21; disputa

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Souya volvió a su salón, intentando pasar por alto la molesta mirada de Rindō quien había llegado antes que él

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Souya volvió a su salón, intentando pasar por alto la molesta mirada de Rindō quien había llegado antes que él.

Nahoya soltó un suspiro de alivio al verle y cuando Souya se sentó en su pupitre pudo preguntarle mejor de cómo estaba.

—Creí que ese idiota te había hecho algo, como no llegaste con él.—

—Ah, pasé al baño a lavarme la cara, tengo algo de sueño...—

—Oye, Angry ¿Hoy podrás verdad?.— Baji le lanzó un trocito de goma.

—Oh, es cierto, deja decirle a... Rindō.— Su labio comenzó a temblar, ahora debía hablar con él nuevamente después de lo que había pasado. Pero no podía evitarlo toda la vida, así que tomó aire, no esperó más y valientemente se puso de pie y caminando algo lento fue hacia su puesto.

Rindō garabateaba en la parte trasera de su cuaderno, pero al sentir la presencia de alguien elevó la vista, encontrándose con la bonita mirada de Souya.

—¿No tienes otro tipo de ataque que no sea patearme los huevos?.— Rodó los ojos.— ¿Qué quieres? ¿Quedaste con ganas de otro beso?.—

Sus mejillas se coloraron y rápidamente negó.

—Un amigo quiere que le enseñe hoy en la tarde... así que no podré ir contigo hoy.— Jugaba con sus dedos intentando mantener la calma.— Lo siento.—

—¿Cuál es?.— Observó al grupo detrás de ellos.

—Baji... el de cabellos largos y negros.— Murmuró.

—Oh, ya veo...— Se puso de pie.— Oye, tú, mocoso.— El grupo dejó de conversar para observar al rubio, quien mantenía fija su vista en Baji.

—¿A quien diablos le hablas, cuatro ojos?.— Hizo tronar sus dedos, sonriendo de lado con el ceño fruncido.

—A tí, Souya es mi tutor, consíguete el tuyo.— Apretó sus puños, denostando rabia en cada palabra.

—¿Uh? Es él quien decide qué hacer con su tiempo, Me da igual quien seas, no tengo problema en romperte la cara.— Se puso de pie, siendo tomado del brazo por Draken, evitando que avanzara.

—Él es mío.— Soltó en seco.

El corazón de Souya se aceleró bastante, no esperó jamás unas palabras como esas, y peor aún por el color que sus mejillas iban tomando. Jaló suave de su brazo, haciendo que le mirase.

—No hagas un escándalo aquí... Voy a enseñarle el Sábado, no tengo problemas.— Murmuró.

—Espera ¿Por qué debes adecuarte a lo que ese imbécil te diga?.— Ahora Nahoya se había puesto de pie, caminando hacia su hermano y jalando su brazo para llevárselo, pero Rindō le tomó del otro brazo, evitando que se fuera de su lado.

Souya perdió la paciencia.

—Ya basta todos ustedes...— Deshizo el agarre de ambos.— ¡No pienso enseñarle a nadie!.— Ahora sí que estaba molesto, pasó de ambos y caminó a paso rápido hacia la salida, llegando al pasillo, siguió su camino con la mirada baja, ignorando las voces de Nahoya y las de Rindō.

Pero a su sorpresa había vuelto a encontrarse con Ran, había chocado con él, yéndose hacia atrás pero siendo tomando del brazo, evitando que se golpeara.

—Oh, van dos veces en el día, Souwy.— Sonrió divertido, y más aún viendo cómo Nahoya se acercaba a ellos.

— Sonrió divertido, y más aún viendo cómo Nahoya se acercaba a ellos

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Zarco ; [ Ringry ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora