*He estado más ocupada de lo que quisiera, pero, aun así, me ha dado tiempo de dibujar un poco, dibujé hasta altas horas de la noche, ni siquiera intenté dormir, sabía que no iba a conseguirlo. Esa mañana nos levantamos con la noticia de la desaparición de un vecino, la delincuencia se estaba poniendo peor, por lo que en vez de caminar donde solía hacerlo salí al parque que estaba a unos cinco minutos caminando, me sorprendió ver que estaba bastante limpio, la última vez dos borrachos en una pelea se encargaron de prácticamente destrozarlo, bueno, dos de inicio, era una fiesta interna de la comunidad que terminó en una pelea campal, un todo contra todos, me divertí al ver como algunos y algunas borrachas intentaban golpearse cayéndose ellos al suelo, no podían ni con sus almas los pobres.
Me senté en una de las bancas que estaban en el lugar, mi cabeza dolía, solía hacerlo bastante seguido. Mi papá sugirió ir a un psicólogo, abordando el tema del sueño, le dije que lo pensaría, en realidad no había mucho que pensar, ya había ido a muchos psicólogos y ninguno parecía tener una respuesta a mis problemas y me niego rotundamente a tomar pastillas, no las necesito, mi vida no puede depender de una pastilla. Quizás era una dramática. Por cierto, ¿Por qué el tigre de bengala se llama tigre de bengala si las bengalas son rojas con blanca y ellos son naranja con negro?
Resoplé.
-Van a pensar que estoy loca o me invento las cosas -susurré para mí.
Mientras masajeo mi cien con los dedos, mi mirada viaja al puesto de helados que hay a unos cuantos metros, Mario está molestando a una chica, nunca la había visto, quizás sea porque es temporada alta del turismo. No voy a ir, no es mi problema.
Mala persona.
Maldito, subconsciente, haré mi obra de la semana, no me cuesta nada ayudarla, caminé firme hasta donde estaban, ella no lo miraba aterrada si no incomoda.
- ¡Mario! Que gusto verte fuera de la estación de policía.
Abrí bastante los ojos al verle el rostro morado, Volk le había dado una buena paliza.
-Pero si es la loca del pueblo -ironizó.
Él sabe que eso me afecta, quería lloriquear, pero no me lo puedo permitir, no aquí.
-¿Por qué mejor no vas a meterte esos polvos mágicos con tus amigos y la dejas en paz?
Intentó acercarse con una sonrisa, de inmediato lo alejé de mí y de la chica.
-¿Estás celosa?
No contesté.
-No te metas, ella se lo está pasando bien -miré a la chica quien tenía una cara que era de todo menos de estarla pasando bien. No valía la pena discutir con ese idiota, por más que se lo dijera no iba a entender por lo que usé mi último recurso, el último y el mejor de todos.
-A menos que quieras que tu mamá se entere de que estuviste en la comisaria y no en casa de tus amigos -me miró con una cara más horrible que la suya, le dedicó una sonrisa a la chica quien lo miraba con ganas de matarlo y por fin se fue.
-¿Estás bien? -le pregunté a la chica de cabello negro.
-Eso ha sido increíble -mencionó emocionada - eres valiente.
Me avergoncé un poco, ¿valiente yo? JAJAJAJAJA.
-No fue nada -le resté importancia- ¿No eres de aquí cierto?
-¿Se nota tanto?
-Tu acento es diferente.
Sonrío.
-Vengo de turismo, solo por un tiempo.
-Espero que disfrutes la ciudad -la invité- es chiquita, pero tiene lo suyo.
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En medio de la tormenta
Mystery / Thriller¿Tú serías capaz de brillar en la oscuridad? ¿Serías capaz de atravesar tu propia tormenta de emociones? El juego ha comenzado antes de lo que esperábamos Пусть судьба будет на нашей стороне «Qué el destino esté de vuestro lado»