-¿Y tú? ¿quién eres? -se dirigió a mí con más despareció.
No le respondí en vez de eso le quité la copa que tenía Alisa en la mano, era vino rojo y el vestido de la chica blanco, era el plan perfecto, pero antes de hacerlo le dediqué unas palabras.
-Qué te importe un carajo como me llamo, la próxima vez intenta no reflejar tus inseguridades en otra persona -y para cerrar mi discurso le tiré muy disimuladamente el vino, convenientemente dejé la copa detrás de mi mesa.
Alisa estaba perpleja ante mi reacción.
-дерьмо -maldijo tirándome una mirada asesina.
-Пожалуйста -hablé en voz alta la palabra que aprendí- acaba de derramar el vino sobre su vestido ¿podrías ayudarla? -consulté a uno de los jóvenes camareros, al estar en un lugar tan lujoso muchas de las personas que ahí trabajaban hablaban diferentes idiomas.
Vi que un señor comenzaba a acercarse.
-Te dije que no bebieras, aun no tienes edad para hacerlo -fue mi turno de sorprenderme por las palabras de Ali.
-я ненавижу их ублюдки.
Al señor parecía que le iba a explotar la cara de lo rojo que estaba.
-¿Esa es la educación que te hemos dado? -regañó el señor a la chica.
-L-lo siento padre, f-fue.
-Silencio -la mandó a callar.
Ella bajó la mirada.
-Lo lamento mucho, señoritas, sigan disfrutando de su noche.
Ambas hicimos una leve reverencia de agradecimiento.
Nos fulminó con la mirada, pero no hizo nada más.
-Me siento mal por ella -solté un rato después.
-Nah, créeme que ha hecho cosas peores, -Alisa me miró con orgullo antes de continuar- una vez hizo que despidieran a una trabajadora social solo porque esta se negó a cumplirle uno de sus caprichos.
Ya no me sentía mal.
Nos dimos los cinco.
-Estás aprendiendo rápido -me comentó.
-Algún día seré tan buena como tú.
Ella solo sonrió.
Luego de nuestro pequeño espectáculo volvimos a la mesa.
-¿Divirtiéndote sin mí? -reclamó, Volk a mi lado.
-Solo le tiré la bebida y luego me desentendí -casi sonaba orgullosa.
Tenía claro que estaba mal. No tenía justificación.
Nota mental: prometo no volver a tirarle el vino a otra chica a menos que la situación lo amerite, punto.
-Por cierto -recordó Larissa- aún le deben la cena a Gian.
Era obvio que Gian la escogería a ella.
-¿Qué les gustaría comer? -intentaba tomar notas mentales, para prepararles la comida junto a los chicos.
-Gian aún no ha escogido su pareja -Larissa le dedicó una mirada cómplice a Gian.
-¿Me concederías el honor de acompañarme en la cena? -preguntó suavemente con una delicadeza que no concordaba con su personalidad.
-Ya que insistes -bromeó Larissa.
-La cual será preparada por los perdedores -todos hicimos puchero.
-Tramposo -casi susurré.
-¿Disculpa? -salió Larissa a defenderlo, se sentía el tono de broma en toda la conversación.
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En medio de la tormenta
Mystery / Thriller¿Tú serías capaz de brillar en la oscuridad? ¿Serías capaz de atravesar tu propia tormenta de emociones? El juego ha comenzado antes de lo que esperábamos Пусть судьба будет на нашей стороне «Qué el destino esté de vuestro lado»