Siempre queremos, en algún momento, escuchar una mentira que alivie la realidad.
La sangre de alguien o algo corría por mis manos, me había convertido en una asesina, me había llevado un alma de la tierra, la culpa la cargaría por siempre, sentía mi mano húmeda y fría, el olor a hierro era desgastante, sentía como me costaba respirar, como me asfixiaba, sentía la desesperación; miré al frente y me encontré con un gran espejo, dejé de sentir entonces todos los síntomas para verme a mí en segunda persona, veía como me arrodillaba, la forma en la que intentaba pedir ayuda, se veía como una caja de cristal, ves todo y no puedes hacer nada, veía a través de mí, como la oscuridad apagaba a la dulce y tierna niña, como las risas se convertían en lágrimas y todo se volvía dolor, intentaba levantarme y no podía, golpeaba el cristal con tanta fuerza que la sangre en mis manos ahora era mía, extendí mi mano suavemente hacia el cristal, sentí la lisa y fría superficie del espejo. Miré mi reflejo, esta vez sí era yo, Winslet no estaba.
-Lamento en lo que me convertí, lamento haber apagado tu luz, lamento haber permitido que todos mis fantasmas acabaran conmigo sin control.
Desperté llorando, el sueño no era tan distinto a la realidad, solo que no era asfixia física, sino emocional, sentía que no era yo, que algo me faltaba, sentía que este no era mi lugar, por primera vez me permitía pensarlo, bloqueé esos pensamientos, me hacían sentir mucho más vacía, este no era mi lugar, esta no era yo, -seguía repitiendo- caminaba con un rumbo predeterminado, mis pies se dirigían a su habitación, llegué a la puerta, miré aquella puerta de madera con duda ¿Por qué lo busco? ¿Por qué a él? ¿Después de las advertencias y el peligro sigo buscándolo? Era ridículo estar aquí, detuve mi mano en el aire antes de tocar a su puerta, el olor a perfume canino llego a mí, Thiago comenzó a rasgar la puerta haciendo un leve, pero notable ruido, la puerta se abrió con fuerza, Thiago paso a mi lado entrando, yo no era capaz de levantar la mirada. Escuché de su parte un -Pasa-.
Había comenzado a llorar, él me observó como siempre solía hacerlo. Se acercó un poco más a mí.
-No trates de consolarme con mentiras, no finjas que te afecta verme así -empecé antes de que comenzara a actuar, por alguna razón tenía la certeza de que lo haría.
-Pues, no -confirmó-. Ven a acostarte cuando estés lista.
Me adentré en su baño, permanecí un rato ahí, lavé mi rostro con agua fría antes de regresar. Él estaba recostado, leyendo, Thiago estaba completamente dormido, incluso roncaba ¡El perro dormía mejor que yo!
-Hasta él duerme mejor que yo -confesé con una sonrisa amarga.
Me tiré a su lado, en la cama.
-Cuando estás así, no pareces peligroso -comenté, haciendo que cerrara el libro- ¿Ves? Ya intimidas.
-No parezco tener ese efecto en tí.
-No tengo tanto que perder -era cierto, yo no estaba viviendo.
Bufó, más enojado consigo mismo.
-Puedo consolarte, pero no será real, parcialmente no me importa verte así -repuso, en voz neutra.
-Ascendí, por lo menos ya no te importo totalmente -bromeé.
Me entraron ganas de llorar otra vez, no iba a pedírselo, no iba a ser tan débil. De lado estiró su brazo.
-Voy a poner en práctica ese estúpido parcialmente -me haló con delicadeza hasta que mi cabeza quedó en su pecho, me rodeó con sus brazos cuando estuve cómoda, acarició mi cabello y mi espalda...
-No voy a dejar que nada te pase.
Es mentira, pero se sentía tan bien...
-Si alguien llegara a hacerte algo, lo encontraría hasta destrozarle la vida, lo haría sufrir cuatro veces tu dolor.
ESTÁS LEYENDO
En medio de la tormenta
Mystery / Thriller¿Tú serías capaz de brillar en la oscuridad? ¿Serías capaz de atravesar tu propia tormenta de emociones? El juego ha comenzado antes de lo que esperábamos Пусть судьба будет на нашей стороне «Qué el destino esté de vuestro lado»