Time.

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Habían pasado ya un par de días desde que el castaño se había instalado en casa de Yoongi. Todo marchaba bien, tanto en el trabajo como en su vida fuera de éste no había ocurrido nada fuera de lo ordinario, lo cual le molestaba un poco. La rutina no era lo suyo y aunque ahora tenía la compañía del pelinegro, las cosas no eran muy diferentes a cuando vivía solo.

Si bien había decidido no darle tantas vueltas, aquella conversación pendiente estaba atascada en su garganta y le incomodaba no poder sacarla de ahí por miedo a ser rechazado nuevamente. Desde hace un par de días llevaba armándose de valor para poder abordar el tema que lo ponía de nervios, pero ningún momento le había parecido correcto.

Con dos cafés fríos en mano y una pequeña bolsa de galletas de naranja que sostenía difícilmente en el interior de su brazo, se dignó a tocar la puerta.
Por unos buenos cinco segundos lo único que tuvo frente a él fue aquella placa con letras blancas que se leía GENIUS LAB.

Finalmente la puerta se abrió, dejando ver así a un Yoongi un poco cansado y sin maquillaje quien no tardó en esbozar una pequeña sonrisa en cuanto vio al castaño.

—¿Puedo pasar? —preguntó Taehyung con voz suave y tímida.

El pelinegro no tardó en asentir y en cuanto ambos entraron éste cerró la puerta detrás de si.

—Te traje esto —el castaño se adelantó a decir mientras le entregaba su americano frío y la bolsa de galletas.

—¿Son de naranja? —fue lo primero que Yoongi pudo decir.

Taehyung se limitó a asentir, ganándose así una enorme sonrisa por parte del mayor.

—Gracias Taehyungie, no tenías porqué.

—Claro que sí —exclamó, sentándose en el cómodo sofá dentro del estudio— llevas un par de días quedándote hasta tarde aquí y cuando llegas a casa no quieres cenar nada, así que pensé que deberías comer algo.

Yoongi se limitó a sonreírle tímidamente con los ojos mientras saboreaba una galleta y la bajaba con un trago de café.

—¿Estás trabajando en algo nuevo? —preguntó el castaño mientras se recostaba.

—No es nuevo —dijo el mayor mientras pasaba su bocado— ya tiene un par de meses pero no le había dado continuidad.

—¿Puedo escucharlo? —preguntó Taehyung con ojos curiosos y Yoongi no tardó en asentir.

Después de reproducir los treinta segundos para Taehyung, el pelinegro bajó el volumen de las bocinas y asintió inconforme.

—No es la gran cosa pero podría servir para algo, con unos arreglos más seguramente será una buena base para alguna canción en el futuro.

El castaño no tardó en fruncir el ceño y negar.

—Es muy bueno, me gusta tal y cómo está —afirmó, dándole un sorbo a su café— y ni siquiera está completo pero realmente me gusta, en especial las distorsiones poco antes del final.

Yoongi bufó con gracia y asintió, aceptando a su manera los elogios del menor.

—¿Venías a algo en particular? O sólo querías ser lindo y cuidarme —preguntó después de un rato.

—Ambas cosas —Taehyung rió— pero no sé si sea buen momento.

El pelinegro lo miró confundido por un segundo hasta que cayó en cuenta de lo que posiblemente le esperaba.

—Sólo quiero preguntarte una cosa y que por favor me respondas —dijo Taehyung mientras mordisqueaba su labio inferior—. Por algún motivo has estado evitando el tema y eso me pone ansioso, por eso quiero saber qué piensas al respecto.

𝐅𝐚𝐤𝐞 𝐛𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora