Proud.

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Aquella borrachera se les fue un poco de las manos. Todos habían bebido lo que no habían podido en un par de meses y ahora su cuerpo les pasaba factura.

Claro que había valido la pena, pues además de ingerir una insana cantidad de alcohol, también habían gritado, cantado, reído, bailado y algunos hasta llorado. Aparentemente dicha reunión les había hecho mucha falta, pues si bien pasaban la mayoría de tiempo juntos, el poder conectar fuera del trabajo sin estrés o presiones siempre les recargaba las baterías.

Cualquiera podría pensar que el pasar tanto tiempo con alguien podría llegar a ser fastidioso, aburrido incluso, obligándote a tomar tu distancia en algún momento para que el vínculo no se vuelva monótono y termines por alejarte para siempre, pero con ellos no era así. La forma en la que estos siete se necesitaban era algo que no podía explicarse ni entenderse.

Cada uno estaba tan debajo de la piel del otro que el simple hecho de apartarse por unos segundos los ponía de nervios. Claro que debían distanciarse en momentos, y lo habían hecho anteriormente, pero siempre había un espacio para quien faltase. Siempre se sentía esa ausencia sin importar de quién se tratase.

Todo esto pudo verse ayer, en especial cuando Hoseok se ausentó por unos minutos en medio de una partida de póker para ir al baño, y a los pocos segundos un muy ebrio Taehyung había comenzado a llorar porque "Hoseokie hyung se había perdido y probablemente tendría frío". En definitiva había sido una gran noche, y ahora una interesante tarde que había comenzado con todos nuevamente dispersos por el jardín y la cocina.

—¿Vas a ayudarme a prender el asador o no? —Jin resopló mientras trataba de atrapar la mirada de Yoongi con la suya.

—¿Podrías esperar un segundo? Estoy sirviéndome un poco de jugo, me duele la cabeza, no me grites.

—Sí, no le grites —intervino Taehyung al escucharlos cuando salía— ¿No ves que está cansado?

—Yo también estoy cansado, mocoso —regañó indignado— bebí más que todos ustedes.

—Eso no es nuestro problema, no te desquites con hyungie —soltó, aferrándose al torso de Yoongi.

—¡¿No es tu problema?! ¡Por ti me terminé media botella de vodka porque nadie más quería probarlo, pero el berrinchudo niño quería abrir la botella de arcoíris! —amenazó con la espátula que sostenía, haciendo que ambos rompieran en risas.

—No te enojes, Jinnie, te quiero mucho —lo calmó el castaño con un abrazo, haciendo que su semblante cambiara de inmediato.

—Si tanto me quieres ayúdame a encender el asador, rápido —ordenó, y Taehyung obedeció de inmediato.

—¿Por qué no le pides a Jungkook que te ayude? Él fue el de la idea —bufó Yoongi a la par que se acercaba para ayudar también.

—Porque está por algún lado con Namjoon, dijeron que irían a comprar lo que faltaba.

Sin decir nada más, el par tardó unos minutos y por fin una llama saltó, haciendo al mayor retroceder de un brinco, para después sonreír satisfecho.

—Cuando llegue la carne me ayudaran también, tengo mucha resaca para hacer esto solo —avisó.

Por otro lado, Jimin platicaba amenamente con Hoseok mientras se mecían en la enorme silla colgante, tomando su regazo como almohada. Al cabo de unos treinta minutos, los cinco voltearon simultáneamente ante la voz del menor anunciando su llegada.

—¡Yeah baby! Mira ese filete —dijo mientras desenvolvía la carne que había comprado.

Namjoon volteó extrañado ante aquel comentario y entre risitas dejó las bolsas sobre la barra.

𝐅𝐚𝐤𝐞 𝐛𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora