Butterflies.

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Al igual que la mañana anterior, el castaño se despertó de pronto y abrió los ojos lentamente descubriendo que no había luz aún, sólo la tenue iluminación de la luna que se colaba entre las cortinas.

Sin poder ni querer despertar todavía, frotó sus ojos suavemente y en el intento de regresar a su posición original chocó con Yoongi, quien dormía profundamente.

Su mandíbula cayó al suelo pero al instante pegó sus labios con fuerza para no dejar escapar ningún sonido. Culpando al cansancio por ni siquiera acordarse del momento en que se había quedado dormido, sólo volvió a acostarse dándole la cara al pelinegro sin poder contener una sonrisa somnolienta.

Jamás había tenido a Yoongi tan cerca por lo que nunca se había percatado de ciertos detalles, como por ejemplo la bonita forma que tenían sus labios, o lo linda y pequeña que era su nariz. A pesar de que no había mucha luz, la tenue iluminación fue suficiente para notar lo bonita que era su piel y cómo apenas tenía alguna imperfección en la cara.

Un suspiro se le escapó,  y pudo ver cómo el pelinegro inconscientemente hizo un gesto adorable al sentir un poco de aire chocar sobre su rostro. Taehyung rió por lo bajo y sin poder evitarlo se perdió por completo en el mayor, acompañado de una extraña sensación formándose en su estómago de nuevo.

Su corazón comenzó a latir rápidamente y su respiración se agitó al inconscientemente moverse un poco más cerca de Yoongi. Luego de estudiar su rostro por unos minutos decidió por fin darle la espalda y tomó su móvil, acordándose de la publicación que no había tenido oportunidad de leer.

Apenas había comenzado a buscar, cuando el bulto a su lado comenzó a moverse, haciéndolo sobresaltar. Por fortuna Yoongi seguía durmiendo tranquilamente así que se destensó y continuó leyendo por unos minutos más.

—¿Qué es eso, Taehyung? —preguntó el pelinegro de pronto, haciendo al castaño saltar esta vez. Éste rápidamente bloqueó su celular para evitar que viera algo y una risa incómoda se le escapó.

—Pensé que estabas dormido, me asustaste —dijo nervioso, ignorando su pregunta.

—¿Qué estabas leyendo? —insistió Yoongi con una risita— Déjame ver.

—No es nada, vuelve a dormir —resopló el castaño haciendo a Yoongi soltar una carcajada.

—Vuelve a dormir —arremedó entre risas— ¿Cuántos años crees que tengo?

El menor soltó una risita y golpeó el hombro del pelinegro, suspirando profundo.

—Todo mundo es muy insistente —se quejó y de nuevo le dio la espalda, pero de inmediato sintió cómo Yoongi se acercó hacia él y lo giró para quedar frente a frente.

—¿Por qué te cuesta tanto decir las cosas?, ¿no hablamos ayer? —preguntó serio.

La poca luz que entraba daba directo en la cara del mayor por lo que no podría ver la cara del castaño, pero lo escuchó suspirar nuevamente y pudo jurar que había rodado los ojos.

—Sí confío en ti pero ni siquiera es algo importante hyung, es una publicación tonta.

—¿Entonces por qué no quieres enseñarme? ¿tan complicado es?

—No es eso, sólo es vergonzoso supongo —dijo Taehyung algo irritado.

—¿Tu punto es? —Yoongi contestó rodando los ojos, cosa que Taehyung pudo ver y rió bajito.

—Qué molesto eres Yoongi hyung, déjame leer en paz —bromeó el castaño fingiendo llorar.

—Bien, no me digas entonces, pero si me muero será tu culpa —amenazó.

—¿Y por qué habrías de morir? —preguntó el castaño con gracia.

—Porque la curiosidad mató al gato —respondió Yoongi con fastidio y el castaño se soltó a reír.

Cuando por fin pudo terminar de leer la publicación, una sonrisa traviesa se plantó en su rostro. Un extraño cosquilleo recorría todo su cuerpo y no podía pensar en otra cosa que no fuera el pelinegro, quien al percatarse de su mirada se levantó de la cama. Comenzó a caminar hasta la puerta con pasos lentos lo que le dio oportunidad a Taehyung para detenerlo.

—Espera, ¿a dónde vas? —preguntó confundido.

—A mi habitación, tengo sueño —contestó entre bostezos— además no quieres decirme qué leíste así que me enojé.

Taehyung lo tomó del brazo entre risitas y lo atrajo hacia él.

—No te vayas —pidió con voz suave— te diré.

—No, está bien —dijo Yoongi soltándose del ligero agarre de Taehyung— es obvio que no quieres hacerlo y no te voy a forzar —contestó con falsa indignación haciendo al castaño reír más fuerte.

Una vez más intentó salir de la habitación pero Taehyung se puso frente a él, bloqueándole el paso.

—Pero sí quiero decirte —dijo y lo abrazó tiernamente— no te vayas.

Algo en el tono de voz y el abrazo repentino del castaño hicieron a Yoongi enternecer y sin querer una risita se le escapó. Sin decir nada más, dejó que el castaño lo llevara de nuevo a la cama y se sentó frente a él, esperando a que hablara.

—De verdad es algo muy tonto —rascó su nuca y comenzó a buscar algo en su móvil para después tendérselo al pelinegro.

Yoongi tardó un poco menos de cinco minutos en leer lo que el menor le había mostrado y al final no pudo contener una risa. Taehyung escondió su cara entre sus manos y no levantó la vista hasta que sintió la mano de Yoongi en su cabeza, despeinando su cabello.

—¿Por qué no querías enseñarme esto? —preguntó el pelinegro con una sonrisa burlona y acarició rápidamente su mentón.

—No lo sé —contestó nervioso por la pregunta— supongo que me daba vergüenza y no quería que te burlaras o algo así.

Al decir eso Yoongi bajó hasta el muslo del castaño y apretó levemente.

—¿Y por qué haría eso?

—No lo sé, pero te reíste —se quejó Taehyung evitando por completo la mirada del mayor quien comenzaba a ponerlo muy nervioso. Tratando de esquivar su mirada se levantó, pero Yoongi tomó su brazo evitando que se alejara.

—Eso no significa que me estuviera burlando, Taehyungie —contestó, y de nuevo hizo que lo mirara— en realidad se escucha interesante.

Al decir eso, los ojos del castaño se abrieron grandes y arqueó una ceja.

—¿Sí?

El pelinegro asintió y le ofreció una sonrisa aunque sabía que Taehyung no podía verla.

—Y también me parece interesante el hecho de que no quisieras enseñarme —rió por lo bajo— creo que entiendo por qué.

El corazón de Taehyung se aceleró al igual que su respiración. Bufó con gracia ante las palabras de Yoongi y nerviosamente se soltó de su agarre.

—Definitivamente eres muy molesto, por favor vayamos a dormir de nuevo —pidió.

Yoongi no dijo nada y se limitó a ir del otro lado de la cama entrando de nuevo en las sábanas. El castaño se acostó y le dio la espalda con la intención de caer en un profundo sueño y olvidar la incomodidad, cuando sintió un brazo rodear su cintura, al igual que el peso de una pierna sobre las suyas.

—Deberías de sugerírselo a los chicos —habló Yoongi con voz cansada— de verdad creo que podría ser interesante.

El castaño mordió su labio inconscientemente y cerró los ojos con fuerza al sentir la respiración del mayor tan cerca.

—Y si necesitas ayuda para convencerlos yo puedo ayudarte —susurró nuevamente.

Taehyung sonrió grande y suspiró, sintiéndose abrumado de una manera que nunca antes había experimentado. Miles de pensamientos vagaban por su mente mientras hacía su mejor intento para quedarse dormido.

Pero la cercanía del pelinegro se lo estaba haciendo muy difícil.

𝐅𝐚𝐤𝐞 𝐛𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora