Vacay.

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—¿Estás listo? —preguntó Yoongi mientras caminaba de la mano del castaño y arrastraba su equipaje con la otra. Éste asintió y vapor salió de su boca al dejar escapar un gran suspiro.

Aún era de noche. Los amarillos focos alumbraban la entrada del aeropuerto y el frío les calaba hasta los huesos, pero no podían estar más felices.

—Tengo mucho frío —musitó Taehyung mientras tiritaba, caminando a pasos rápidos.

—Yo también, es muy temprano —dijo Yoongi y se detuvo en seco. Soltando la mano del menor, se paró frente a él y acomodó su gorro, asegurándose de que cubriera sus orejas por completo, subiendo también el cierre de su larga chamarra hasta su barbilla.

—Listo —susurró, y de nuevo tomó su mano para seguir caminando.

Taehyung no hizo más que esbozar una enorme sonrisa tanto con la boca como con los ojos y siguió los pasos del pelinegro.

—¿Podemos ir por un café? —preguntó el menor sin poder soportar el frío.

—Registremos las maletas primero y después podemos ir —sonrió tiernamente.

Taehyung hizo un puchero pero se limitó a asentir y siguió a Yoongi. Por suerte la fila no era larga, a lo mucho había unas cinco personas frente a ellos.

Una vez estuvieron formados, el castaño se pegó hasta Yoongi y recargó su barbilla sobre su hombro.

—Tengo sueño —susurró— ¿Por qué tenemos que estar aquí dos horas antes del vuelo?

Yoongi rió ante el comentario, pareciéndole adorable como era igual que un niño pequeño.

—Porque es un viaje internacional, Taehyungie     —explicó— debemos documentar, ya lo sabes.

—No lo sé, no sé nada —frunció el ceño— podríamos estar durmiendo ahora.

Yoongi terminó por reír y negó levemente, acariciando la mejilla del menor disimuladamente.

—Podrás dormir lo que quieras en el avión, nos esperan once largas horas.

Un quejido de inconformidad salió de la boca del menor quien no hizo más que resignarse y esperar a que el tiempo pasara.

    •

—Gracias —dijo Yoongi mientras Taehyung acomodaba su maleta en el compartimento sobre sus asientos. Regresando a su lugar, se acomodó junto a la ventana y no dudó en buscar la mano del pelinegro, entrelazándola con la suya.

—Gracias por cumplir mi capricho —rió.

Yoongi no hizo más que ofrecerle una sonrisa adormilada y acarició sus nudillos con su pulgar.

—¿Quieres dormir? —preguntó el castaño y Yoongi asintió, riendo entre dientes.

—¿Tú no? —preguntó— pensé que tenías mucho sueño —contestó divertido.

—Sí, pero ahora quiero vomitar —dijo con una mueca seria, haciéndolo reír.

—¿De pronto? —preguntó mientras se enderezaba para tener una mejor vista de Taehyung.

—Es broma —sonrió travieso— pero sí estoy nervioso.

—¿Por qué? —preguntó volviendo a recostarse, aunque sin despegar los ojos del menor.

—No lo sé, jamás habíamos viajado juntos, es decir, sólo tú y yo —mordisqueó su labio inferior— además nadie sabe. Y tampoco estamos viajando en jet privado, tiene años que no nos subíamos a un avión normal, me pone de nervios.

𝐅𝐚𝐤𝐞 𝐛𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora