𝐅𝐚𝐤𝐞 𝐛𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝.

Sick.

Sábado.

—¿Estás seguro Jiminie? Estaremos fuera por un largo rato —preguntó Yoongi mientras los otros cinco asentían.

Unas horas atrás todos habían acordado ir a un bar pues hacía días que no salían juntos, y estar en casa sin hacer nada no era lo suyo. Desafortunadamente el rubio había comenzado a sentirse mal y ya no tenía ánimos para salir, decidiendo que lo mejor era quedarse en casa a descansar.

—Estoy seguro hyung, no entiendo por qué están tan preocupados, dijeron que se irían hace diez minutos y siguen aquí —rió— puedo cuidarme solo si es lo que les preocupa.

—Sabemos que sí, pero no queremos dejarte
—contestó Taehyung con un puchero y los demás asintieron nuevamente— además, no sabemos a qué hora llegaremos, ¿qué harás tanto tiempo solo?

Jimin bufó con gracia y se levantó del sofá hasta llegar a ellos, y con las pocas fuerzas y energías que le quedaban, comenzó a empujarlos hacia la salida.

—Prometo que voy a estar bien, por favor no se preocupen por mí, váyanse ya —pidió entre risas.

Todos rieron con él y después de múltiples intentos fallidos de convencerlo para que los acompañara, salieron de la casa dispuestos a irse. Seokjin encendió el auto pero justo antes de arrancar, Hoseok hizo que se detuviera y salió apresurado.

—No lo puedo dejar solo, me quedaré con él por si necesita algo —dijo, y de inmediato corrió hasta Jimin quien parado en el marco de la puerta arqueó las cejas al verlo acercándose hasta él.

—¿Olvidaste algo hyung? —preguntó incrédulo y el mayor negó.

—Me quedaré contigo, no puedo dejarte solo
—contestó con una cálida sonrisa.

—Pero hyung, ¿qué hay de ti? ¿no quieres salir a divertirte? No necesito que te quedes —insistió Jimin pero Hoseok lo tomó de la cintura y lo llevó dentro de la casa, no sin despedirse una vez más de los otros.

—Hoseokie, te aburrirás aquí —resopló el rubio con un puchero, desaprobando la decisión del mayor.

—No me quedé para divertirme —contestó el más alto riendo por lo bajo— me quedé para cuidar de ti, Jiminie.

Lentamente caminó hasta él y se sentó a su lado para cubrirlo con una manta. Jimin le ofreció una gran sonrisa y a pesar de no sentirse bien, sus ojos brillaron tiernamente.

—Gracias —fue lo único que pudo contestar antes de acurrucarse y quedarse profundamente dormido.

Hoseok sonrió ante la escena y al corroborar que Jimin estuviera dormido, corrió escaleras arriba a su habitación para cambiar su elegante atuendo por algo más cómodo, y de inmediato regresó con él.

    •

—Annyeong —exclamó Hoseok con una pequeña sonrisa al ver que Jimin había despertado. Este lo saludó con la mano y lentamente se reincorporó en su lugar.

—¿Dormí mucho?

—Sólo lo necesario —contestó— ¿Cómo te sientes?