Los fines de semana parecían ir increíblemente rápidos en comparación a los días de trabajo, pues nuevamente era lunes y el estrés le rodeaba el cuello cual soga. Taehyung nunca se había quejado de sus labores. Sabía que su posición conllevaba un gran esfuerzo y sacrificio, y si bien comparaba la carga de trabajo con sus inicios, ahora no era ni la mitad de estresante de lo que era antes, pero aún así le sofocaba.
Y sabía perfectamente el porqué. Eso era lo más frustrante de todo.
Ni siquiera estaba seguro de si frustración era la palabra correcta pues la ráfaga de emociones que le provocaba el hartazgo hacia su trabajo gracias a cierta persona le parecía estúpido e injusto. No era justo ni para él ni para los fans la falta de ánimo con la que últimamente se manejaba, pero tampoco era algo que pudiera controlar.
Misma falta de ánimo que lo acompañaba mientras bajaba de la van que compartía con Hoseok y Namjoon camino al set de grabación.
—¿Se aprendieron sus líneas? —preguntó Hoseok mientras repasaba su guión.
—Las mías no son tan largas y la mayoría son en inglés —dijo Namjoon— creo que estaré bien.
—¿Qué hay de ti Taehyungie? —preguntó Hoseok nuevamente pero no obtuvo respuesta.
Tanto él como Namjoon voltearon en su dirección, encontrándose con un castaño cabizbajo y perdido en sus propias manos, jugueteando con sus dedos.
—Taehyung —le habló Namjoon, tratando de llamar su atención.
—¿Oh? —contestó, siendo regresado a la realidad.
—¿Todo bien? —preguntó Hoseok entre risas, pero la pregunta fue ignorada. En su lugar, Taehyung pegó la vista en el líder y frunció el ceño.
—Tu cabello —dijo, luciendo confundido.
—¿Qué tiene mi cabello? —dijo, corriendo sus dedos por éste— ¿Estoy despeinado?
Taehyung negó aún con el ceño fruncido.
—¿Desde cuándo tienes cabello café? —preguntó intrigado— ¿No era azul?
—Ah —Namjoon rió— lo teñí hace un par de días.
—¿Por qué? —el castaño hizo un puchero y se acercó hasta el mayor para ahora correr sus dedos por su cabello— me gustaba azul, parecías un algodón de azúcar.
Namjoon no hizo más que reír tímido y negó sin saber cómo responder.
—¿Aprendiste tus líneas, Taehyungie? —volvió a preguntar Hoseok, esta vez ganándose su atención.
—No tengo mucho que decir —rió— sólo sostendré el móvil y luciré mi cara bonita —dijo, y así los tres cruzaron la puerta.
Taehyung odiaba grabar comerciales y su cara lo delataba. El tener que pasar un día entero haciendo y diciendo lo mismo miles de veces le parecía de lo más desgastante. No había nada que pudiera hacer más que soportarlo, al final era embajador de la marca y era parte de su contrato, pero su paciencia comenzaba a agotarse.
Jimin nunca fallaba en leerlo con facilidad, y al notar lo irritado que estaba mientras retocaban su maquillaje por milésima vez, no dudó en tomarlo de los hombros y comenzar a masajearlos.
—Tranquilo, sólo un par de horas más —susurró el rubio cerca de su oído.
Como por arte de magia, la antipática expresión en el rostro del castaño había cambiado por una pequeña sonrisa.
—Quiero irme, Jiminie —suspiró— me duelen los pies y no sé por qué debemos grabar todo tantas veces si ya tienen buenas tomas de todos nosotros.
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𝐅𝐚𝐤𝐞 𝐛𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝.
FanfictionLo que comienza como un juego, podría terminar en una inesperada realidad.