What if?

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Domingo.

—Taehyungie, ¿dónde estás? —preguntó Yoongi abriendo los ojos lentamente mientras escaneaba la habitación, confundido.

—Estoy en el baño, hyung —contestó entre risitas apenas audibles gracias a la puerta que los separaba.

—Ven —pidió el mayor con voz ronca, removiéndose en la cama.

Un par de minutos después el castaño por fin salió, y mientras secaba sus manos húmedas con su camiseta, no tardó en saltar a la cama y bruscamente enredar sus brazos y piernas con los del peliengro, quien ya había comenzado a dormirse de nuevo.
Siendo recibido con una gran sonrisa, Yoongi lo atrajo hacia él y subió una pierna sobre las suyas, sin intención de dejarlo ir.

Negándose también a abandonar los brazos del mayor, Taehyung se acurrucó en su pecho como ya era costumbre. Un gran suspiro se le escapó y lentamente introdujo sus manos bajo la camiseta de Yoongi para acariciar su espalda.

Le fascinaba lo suave que era su piel al recorrer el largo de ésta con la yema de sus dedos.

—¿No estoy frío? —preguntó Taehyung con voz baja, apartando la mano mientras esperaba por la respuesta.

—Un poco —asintió el pelinegro— pero se siente bien, no te alejes.

Una sonrisa somnolienta se dibujó en la cara del castaño y, subiendo la mirada hasta estar frente a frente con Yoongi, juntó sus labios en un beso. Si de algo Taehyung estaba seguro, era de que jamás se cansaría de besar al peliengro.

Esa forma tan peculiar que tenía de corresponder tan perfectamente, sin importar la situación, le erizaba la piel y hacía que su mente viajara a miles de lugares en un segundo. Le fascinaba cómo a pesar de que Yoongi estaba casi dormido, la intensidad y esmero con la que sus labios se movían sobre los suyos era perfecta.

Tal vez esto último no era del todo conveniente, pero no podía negar que adoraba el cómo el pelinegro siempre quería hacer del beso más casto uno apasionado y profundo. Por alguna razón, siempre que se encontraban de esta forma, recordaba el cómo hace un par de años consideraba a Yoongi lejos de ser si quiera un amigo cercano.

Claro que siempre se habían llevado bien, pero no eran tan cercanos como lo era con Jimin o Jungkook. Le parecía gracioso porque nunca pensó que sus personalidades serían compatibles, sin embargo, aquí estaba.

Adorando su calor y sus labios suaves con sabor a menta que devoraban los suyos. Su lengua ágil y electrizante bailando junto a la suya, y sus manos grandes tomándolo de la cintura con la mezcla perfecta de fuerza y delicadeza.

Cuidando de él, queriéndolo y necesitándolo tanto. O al menos así lo hacía sentir. Jamás imaginó que Yoongi pudiera hacerlo sentir tantas cosas.

—¿Sabías que me encanta besarte? —musitó el pelinegro mientras acariciaba la mejilla del menor.

Éste se limitó a asentir y sonrió.

—¿Y sabías que a mí me encanta que lo hagas?
—contestó.

—¿Sí? —preguntó Yoongi relamiendo sus labios y en un rápido movimiento, atacó la boca de Taehyung nuevamente. Esta vez no dudó en posicionarse sobre él y, apoyándose sobre sus brazos, rozó la entrepierna del castaño con la suya.

𝐅𝐚𝐤𝐞 𝐛𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora