Fools in love.

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La cuenta de los días desde aquel desordenado encuentro se había perdido. Habían pasado semanas ya, probablemente un mes.

Taehyung trataba de mantener la compostura y, con ayuda del rubio, había logrado concentrar su energía en cosas importantes como no descuidar su trabajo.
La situación no dejaba de dolerle, pero por su propio bien había decidido dejar de darle tanta importancia y continuar con su vida como si no le afectara.

"Fíngelo hasta que te lo creas" había sido su frase inspiradora y al parecer le venía sirviendo de maravilla. Claro, junto a la compañía de Jimin quien en ningún momento lo había dejado solo.

Contento como siempre después de que los directores indicaran que la filmación había terminado, tomó sus cosas apresuradamente y salió del salón de prácticas entre pesados jadeos.

—Qué coreografía tan intensa —se quejó para sí mismo mientras se dejaba caer de espaldas contra la pared.

Pocos segundos después, todos salieron del mismo lugar, dispuestos a ir a casa, luciendo igual de agotados que él.

—¿Estás bien? —preguntó el castaño mientras un Jimin con el rostro increíblemente rojo se le acercaba, bebiendo de su botella como si el agua fuese a evaporarse.

—Siento que voy a desmayarme —se burló, tragando todo el líquido de golpe— la cabeza me da vueltas.

Después de un cómodo silencio en el cual ambos trataban de regular su respiración, Yoongi se acercó cautelosamente. Al notarlo, Taehyung se tensó y ni siquiera se molestó en dirigirle la mirada hasta que éste le habló.

—Taehyung-ah, ¿me regalas un segundo? —dijo con su característico tono, suave y calmado, casi tímido.

Jimin sonrió cómplice y no tardó en despegarse de la pared para dejarlos solos. Por otro lado, Taehyung lo miró con una mezcla de sorpresa y timidez. Aunque no le gustara admitirlo, su corazón se hacía pequeño y sentía cosquillas en el estómago cada que Yoongi se le acercaba, en especial si era para hablarle.

—Oh... Sí, sí —contestó por fin.

Tomándolo suavemente de la mano, esperando que no la apartara, el pelinegro se tomó la libertad de acercarse un poco más.

—Sólo quería preguntarte si podemos hablar más tarde... —dijo cauteloso y expectante.

Taehyung abrió levemente los ojos y selló sus labios con algo de fuerza pero asintió al instante.

—Bien —Yoongi sonrió satisfecho—. Arréglate, dúchate o lo que quieras y en un par de horas pasaré por ti a tu casa, ¿sí?

El castaño no pudo evitar sonreír tímidamente aunque trató de dislimularlo con todas sus fuerzas, limitándose a asentir. Después de unos incómodos segundos, Yoongi soltó sus manos y comenzó a caminar hacia la salida.

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Moviendo su pierna ansiosamente mientras esperaba en el sofá de la sala, el timbre lo hizo saltar en su lugar. Levantándose de inmediato, no sin antes sacudir su pantalón y camisa, abrió.

Esta vez no pudo evitar devolver el gesto cuando un Yoongi muy arreglado le sonrió al verlo.

—Te ves muy bien, Tae.

—También te ves muy guapo —dijo el castaño por inercia, abriendo los ojos grandes al percatarse de lo que había dicho—. ¡Muy bien! —corrigió— te ves increíble.

Sus palabras parecían no ayudar de mucho, así que sólo selló sus labios con vergüenza, haciendo a Yoongi reír entre dientes.

A pesar de estar acostumbrado a la ropa formal de Taehyung, pues su trabajo así lo pedía, aquel traje color beige que delineaba su figura, junto a un pañuelo delicadamente doblado en la bolsa del chaleco que hacía el contraste perfecto, lo estaba haciendo perder la cabeza.

𝐅𝐚𝐤𝐞 𝐛𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora