𝐅𝐚𝐤𝐞 𝐛𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝.

Get it together.

Esa extraña aunque acogedora sensación de despertar sin poder abrir los ojos venía acompañando a Yoongi por unos días ya. Antes solía despertarse de golpe, pero desde que el castaño llenaba el espacio en su cama, parecía que su cuerpo podía mantenerse plácidamente estático por unos segundos, acostumbrarse al clima y ambiente.

Removiéndose un poco en su lugar, por fin pudo abrir los ojos, llevándose una sorpresa. Esta vez no había sol, por el contrario, pequeñas gotas adornaban la ventana junto a un brillante aunque gris cielo. No había sido una sorpresa, sino dos cuando al girar a la izquierda, Taehyung no estaba ahí.

Alarmándose un poco, gritó su nombre esperando que estuviera en el baño, pero al no recibir respuesta se levantó de inmediato y entró. No estaba ahí. Ni en la sala, ni en el jardín. El único que sí gozaba del amplio pasto y la enorme fuente con algunos peces era Yeontan. Con un alegre caminar, moviendo la cola de lado al lado, el cachorro se levantó en dos patas y se apoyó con las delanteras en la pierna del pelinegro, llamando su atención tiernamente.

—Tu papi nos abandonó —dijo, tratando de verle el lado gracioso a la situación mientras acariciaba su cabeza.

Después de jugar con el perro por unos minutos, lanzó su pelota por última vez y dejó que se siguiera divirtiendo en el jardín. Cerrando las puertas de cristal que daban paso a dicho lugar, corrió de nuevo escaleras arriba hasta su habitación dispuesto a llamarlo.

Después de dos intentos fallidos y mucho desconcierto, despegó el aparato de su oreja y suspiró, sentándose al pie de la cama. Una mezcla de preocupación y tristeza se asentó en su pecho, haciéndole el respirar un tanto complicado.

Entre suspiros pesados y mordisquear sus labios nerviosamente, la segunda opción viable era Jimin.
Su alma regresó a su cuerpo cuando el rubio le aseguró que Taehyung se encontraba con él, pero lo que le dijo después le arrebató la paz.

—¿Por qué no debería de ir a buscarlo? —replicó Yoongi.

—No creo que debas venir ahora hyung —dijo el rubio del otro lado de la línea— por algo no está contigo, deberías darle un tiempo.

El pelinegro suspiró profundo y no dijo nada. Sabía que tenía razón, pero aún así le frustraba el hecho de que Taehyung no quisiera verlo.

—¿Me prometes que está bien? —preguntó nervioso, sintiendo como sus ojos comenzaban a cristalizarse.

—Claro que está bien hyungie, está conmigo —rió— no le digas que te lo dije pero está comiendo una galleta con chispas y toda su ropa está llena de migajas.

Yoongi rió con ternura y tristeza, ya incapaz de contener las lágrimas que habían comenzado a escurrir por sus ojos. Traviesas y delgadas, ni siquiera sabía cuándo habían salido.

—Sabes —Jimin aclaró su voz del otro lado de la línea—. Tal vez no me corresponda decirte esto pero creo que es importante.

Yoongi tragó con fuerza y asintió aunque el rubio no pudiera verlo.

—Sólo... —dudó antes de hablar de nuevo— me gustaría que pienses bien las cosas y que te armes de valor para tomar una decisión. Sea cual sea, deberías de saber que los sentimientos de Taehyung están en juego y tu silencio lo está lastimando.

Yoongi se limitó a suspirar profundamente, tratando de entender lo que Jimin decía.

—Y no me mal entiendas. Te conozco perfectamente y se sé que, como al resto de nosotros, nunca lo lastimarías a propósito —se apresuró a decir— pero por si no lo habías notado, o lo dudabas, Taehyungie está muy enamorado de ti y le es muy relevante lo que piensas al respecto. Creo que tus acciones están teniendo un peso negativo tanto en él como en ti y detestaría ver que después no puedan ni siquiera compartir una habitación, porque entonces también nos afectaría como grupo. Quiero que ambos estén bien pase lo que pase.