Ningún Pug Fue Lastimado En La Creación De Este Capitulo

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Como hemos intentado explicar en esta historia, hay muchas formas en las que una persona puede intentar encontrar significado en este universo caótico y a menudo indiferente.

Hemos hecho un recorrido filosófico por la devoción de Kierkegaard por un ser superior, por la contemplación de Sartre del existencialismo, dando un giro al abrazo de Camus al absurdo, e incluso perdiéndonos en el desvío feminista que fue De Beauvoir. Hemos visto monumentos a la teoría del ego de Freud y al alegre nihilismo de Pascal, e incluso una agradable parada en el Tabula Rasa Bar and Grill de John Locke. ¡Algunos incluso pudieron usar el baño Schopenhauer!

En el camino se han erigido estatuas de L'yartg el Omnisciente, junto con pinturas y naturalezas muertas de Elisabeth Kübler-Ross y Anton Chekhov. Incluso tuvimos una experiencia metafísica con el concepto de Mindfulness, logrando la iluminación con Wu-Wei y la esencia divina, e incluso Karma con su extraño sentido de justicia.

Todas esas ideas, filosofías y prácticas intentan enseñarnos cómo vivir nuestras vidas, o al menos, evitar una muerte espantosa. Cada una de ellas es tremendamente diferente de la otra, y mezclarlas en un gran batido filosófico suena a la vez asqueroso y altamente ineficaz. Entonces, ¿cuál elegir? ¿Cual es la respuesta correcta? ¿Debemos dar nuestra vida a la nada, a Dios, o a la locura?

Y ese, querido lector, es el motivo de este libro. No existe una respuesta correcta para la pregunta más importante de la vida, y tratar de elegir una definitiva es una locura en sí mismo. Pero en "Corriendo con Tijeras" creemos tener la respuesta. De hecho, podemos hacer con éxito un batido filosófico tan delicioso que atraerá a todos los chicos a nuestro jardín. Y todo comienza con una decision.

Verá, todas las filosofías anteriores son tremendamente diferentes, pero todas comparten un principio fundamental distintivo que es la base de todo su sistema de creencias: las decisiones.

Cada corriente filosófica que les presentamos cree que, dado que no existe un orden predeterminado en el universo, depende de nosotros sacar algo del caos de nuestra vida. No somos más que la suma de todas nuestras decisiones, desde lo que comemos hasta cómo nos vestimos y con quién nos juntamos. Todo empieza por nosotros. Somos los dueños de nuestro destino, los capitanes de nuestras naves espaciales. Vivimos y morimos por nuestras acciones.

Desde el principio, "Corriendo con Tijeras" ha sido una parábola sobre cómo nuestras acciones tienen consecuencias tangibles, y que no importa cuánto huyamos de ellas, al final nos atraparán.

En cada paso del camino, hemos enfatizado las elecciones de Peter y cómo han afectado a todos los que lo rodean.

Peter decidió no recibir tratamiento.

Eligió comer nuggets con James Truman-Conelly.

Eligió suicidarse.

Eligió a Massimo cómo su asesino.

No es sorprendente que, al llegar al clímax de esta historia, todas las malas decisiones de Peter volverían a perseguirlo una vez más. Ésa es la naturaleza de las decisiones.

Casi se podría comparar a Peter con un hombre que corre con tijeras; el mayor peligro para su vida era él mismo.

Para tomar prestado de Pascal: toda la infelicidad de Peter provenía de su incapacidad para permanecer pacíficamente sólo en su habitación.

Otra cosa interesante que todas nuestras teorías filosóficas tienen en común: ninguna te dice qué hacer cuando un hombre desnudo de un solo ojo, sin ropa y con una serpiente envuelta en su cuello, te ataca con un cuchillo. Afortunadamente, Peter y Sarah ya sabían qué hacer.

Para Peter, fue levantarse dramáticamente y gritar "¡Massimo!" mientras lo señalaba con un juicio puro y descarado.

Para Sarah, fue darle un puñetazo a dicho hombre desnudo de un solo ojo, sin ropa y con una serpiente envuelta alrededor de su cuello... en su cuello. Pero pronto descubrió que dicha serpiente era demasiado efectiva para proteger el cuello de Massimo, y la mordió tan pronto como se acercó.

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