Capitulo 34

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Narra Madison


-¿Como es posible? - Cuestionó Harry a mi lado, estábamos igual de confundidos.

-Ustedes... - Susurró Cedric - ¿Ustedes pusieron su nombre?

Volteé a verlo indignada y negué con la cabeza - No, ¿Por que lo haríamos? - Pregunté lo obvio.

-Es muy extraño - Interrumpió Fleur, con su acento Francés muy pronunciado.

Krum solo escuchaba y fruncía el ceño cada que alguien hablaba.

-No se qué pasó, pero se va a solucionar - Harry me miró comprensivo - Lo solucionaremos y no tendremos que competir.

-No creo que sea tan fácil, cuando ya están adentro, es obligatorio competir.

-No podemos - Hable un poco alterada - Yo ni siquiera llegó a los 16 y Harry aún tiene 16, es imposible que Dumbledore nos obligue.

-El problema no es Dumbledore - Cedric explicó - El problema es el ministerio de magia y sus reglas estupidas.

Krum soltó una risita y yo lo fulmine con la mirada. No era momento de reírnos.

Harry suspiró y llevó su vista al suelo, yo solo mordí mis uñas esperando que alguien entrara por esa jodida puerta y nos dijera que vamos a hacer.

Y como si mis súplicas fueran órdenes, Dumbledore, Snape y los dos directores de las respectivas escuelas, entraron por la puerta a paso asegurado.

-Dígame que haremos Profesor - Harry se aproximó a Dumbledore, esperando una respuesta positiva de su parte.

Sin embargo, Dumbledore expresó una mueca de frustración y desesperación, en ese preciso instante supe que nada se podía hacer.

-Por reglas del ministerio de magia tendremos que realizar el torneo con los jugadores que el cáliz eligió - Concluyó Dumbledore y mi mundo se vino abajo al escuchar aquella frase.

-¿No hay nada que hacer? - Suplicó Harry pasándose una mano por su cabello pelinegro y despeinándolo en el proceso.

-Lo siento Harry - Se excusó - No hay nada que yo pueda hacer.

Decidí no hablar ni intentar evitar lo inevitable, nosotros competiríamos si o si.

Mi día definitivamente si se puso peor.

Al salir de la sala, Harry y yo hablamos un rato sobre nuestro pequeño problema. El después se dirigió a su sala común y yo a la mía.

No tomaría más clases. Los demás deben estar en ellas, así que más tarde le pediría los apuntes a Hermione.

Camine hacia la sala y entre con la cabeza baja, mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando noté algunas voces en el interior.

Camine sigilosamente a y abrí los ojos al identificar los dueños de aquellas voces.

-No puedo - Pansy sollozaba.

-Tenemos que decirle, Pansy - Draco a su lado le suplicaba con un tono desesperado.

Fruncí mucho más el ceño cada vez que sacan más información.

-Entiende que no puedo decírselo - Ahora era Draco quien sollozaba - No soy capaz, soy un jodido cobarde... No puedo hacerle esto a Madison.

Mi alma dejó mi cuerpo cuando comprendí sus palabras y mi nombre en sus labios.

Mis ojos inconscientemente se humedecieron. ¿Qué podrían ocultarme Draco y Pansy?

Fuiste Tu | Draco Malfoy |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora