Capitulo 2: Tu nombre. Editado

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Habían pasado dos semanas tranquilas, asistiendo a clases y ya tenía a una persona con la cual hablar, yendo a su misma clase, la cual le dio más tranquilidad.

Japón era un lugar completamente nuevo, sintiendo el cambio abruptamente.

Su cabello estaba en una cola alta, abotonando la blusa y puso la corbata y sobre esta, un chaleco delgado de color negro.

Sus medias las dejo sobre sus rodillas y la falda le llego bajo los muslos. La mayoría de las chicas llevaban las calcetas así y le pareció algo bonito de usar.

Espero en la estación de metro y pronto, los cabellos rubios de su amiga aparecieron entre la multitud. Se acercó a ella, observando los ojos verdes de ella, la cual le dedico una sonrisa.

—Buenos días, Angela-chan.

—Buenos días, Sakura-chan —Respondió el saludo, dejando que la rubia se tomara de su brazo.

—¿Has pensado en qué club unirte?-Pregunto la rubia, sin soltarla aún en la escalera.

—Sí, revise mi horario y me da para practicar clases de defensa personal-Susurro— También encontré un empleo de medio tiempo en un café.

—¿Trabajarás Ange-chan?

—Sí, aunque mi hermano me apoya económicamente también quiero ahorrar-Dijo con una sonrisa— Aparte es aburrido estar sola en casa todos los días.

—Podrías venir a la mía cuando gustes.

—Gracias… pero no puedo ir siempre pero sin duda lo haré— Respondió tranquila.

—¿Crees que puedo unirme al club contigo?

—Por supuesto... ¿por qué no? —Subieron al vagón, sentándose ambas.

—No sé si seré realmente buena como tú-se apoyó en su hombro.

—Vamos Sakura, es solo práctica y concentración. Te ayudaré a lograrlo-Apoyo su cabeza en ella también.

—Eres muy linda Ange-chan.

La primera vez que había visto a Sakura, era acosada por un grupo de chicos y sin pensarlo, había interferido, enfrascandose en una discusión que no habia llegado a los golpes pero era algo latente.

Llegaron a la escuela, siendo recibida por más estudiantes hasta que unos chicos comenzaron a molestar a Sakura, mencionando su cabello, pechos y todo lo que la chica usaba.

La rubia apretó el brazo de su amiga, escondiéndose en él y Ángela solo avanzo hasta el aula de clases, estaba molesta, realmente los chicos de aquí eran molestos al igual que las chicas que se metían y hablaban lo que no debían.

Ángela la había conocido evitándole el golpe de una pelota de voleibol, formando pareja con ella, ya que estaba sola y siendo consciente del bullying que sufría por su apariencia demasiado femenina que le molestaba a los demás.

—¿Las cosas en tu país como son?

—No muy diferentes de aquí, pero no tan exagerado, ellos realmente son pesados.

—No quiero que estés en problemas Ange-chan, odiaría que algo te pase-Se recostó en la mesa, observando a la ojiazul.

—No pasa nada— Le acaricio el cabello— Tu también debes ignorar esto.

—Si-Le sonrió.

El día paso rápido, yendo hacia la entrada y salida de la escuela para irse a sus respectivas casas.

Ambas caminaron juntas, Sakura se aferró más a su brazo mientras Ángela los miraba con molestia. Las habían seguido desde que salieron de la escuela, negándose a ir a sus casas para que no supieran su ubicación, pero eso realmente era acoso.

Caminar al filo del abismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora