Capitulo 20 : Aquello que nos separara.

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Quedarte en la casa de Ran fue una buena idea hasta que Hanma hizo un escandalo del otro lado de la linea, diciendo que iria por ti hasta Roppongi pero estabas demasiado cansada para lidiar con Shuji y sus celos, sumandole que tampoco estabas contenta con que te haya dejado una vez más sola por ir con Kisaki o quién sabe quién a pesar de que habias dicho que estaba bien lo cual fue una gran mentira para ambos.

Ran te ofrecio llevarte pero no querias volver a tu departamento, últimamente el aire se volvia sofocante cuando estabas ahí o denso cuando peleabas con Hanma para luego irte a la cama.

-Rindou viene para acá, ¿No te importa? -Ran rompio el silencio, haciendo que la ojiazul lo mirara, negandole- Bien, pedire algo para que comamos.

-¿No te molesta que me quede?

-Para nada, el molesto aquí es otro. ¿Por qué no quieres volver?

-Quiero conocer a Rindou- Alzo los hombros y luego dejo caer su cabeza al respaldo del sofa, tomando bocanadas de aire. Su corazón se oprimia.

-Hanma esta celoso de que te quedes conmigo.

-No deberia, somos amigos... -Susurro- ¿Somos amigos, cierto?

-Claro, por algo estas aqui otra vez- Ran respondio al unisono de ella, respetando lo afectada que se veia pero sus intenciones con ella no era solo una amistad aunque no la forzaria. Estaban caminando en un sendero peligroso al ser ambos pandilleros.

Rindou aparecio por la puerta y Angela lo vio, reconociendo los ojos violeta los cuales eran parecidos a los de Ran, su cabello rubio y tonalidades verdes y sus anteojos, eran diferentes pero iguales a la vez.

-Es bonita- Dijo Rindou saludando a Ran, dandole un abrazo corto.

Rindou vestia el mismo uniforme negro que Ran y los guantes de color blanco. Angela se puso de pie, quedando frente a el menor de los Haitani.

-Rindou Haitani- Le dio la mano una vez que se quito el guante.

-Angela Lefbvre, un gusto- Sus ojos azules vieron los violeta de él.

El menor de los Haitani le sonrio ladinamente, soltandola luego para colocarse el guante nuevamente y sentarse.

*_*_*_*

La noche en Roppongi fue mas iluminada que en Shibuya, observandola a traves del enorme ventanal del último piso de aquel lujoso edificio.

Las luces se perdieron en sus ojos azules y suspiro, abrazandose a si misma viendo su propio reflejo. La polera manga larga de color negro de Ran la cubria perfectamente del frio y aunque estaba descalza, la temperatura del departamento era suficiente para no hacerla sentir frio.

Penso en Alexandre, pronto vendria en Noviembre y debia contarle de que estaba viviendo con un hombre poco tradicional y que tenia amigos poco tradicionales tambien. A sus 16 años ya había pasado por mucho y quizas debia volver a Alemania a enfrentar sus demonios pero la sola idea de verse nuevamente en aquel lugar, le hacia doler el estomago.

No supo en que momento, Ran habia despertado y se encontraba detras de ella, abrazandola por la espalda para cruzar un brazo por su pecho y atraerla hacia él.

Angela no lo rechazo, apoyando su rostro en el brazo de él y echandose hacia atras para recargarse en él.

-Vuelve a dormir, dijiste que mañana debias regresar temprano y no podre sujetarte si te caes del sueño- La voz de Ran fue tranquila.

-Ran...

Rompio el abrazo que él habia echo y le correspondio de frente, era la primera vez que lo abrazaba con tanta intensidad y el Haitani sonrio.

Caminar al filo del abismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora