Capítulo diecinueve.

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A la mañana siguiente, cuando me desperté, no tuve que recabar mucho en mis pensamientos para recordar lo de la noche anterior

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A la mañana siguiente, cuando me desperté, no tuve que recabar mucho en mis pensamientos para recordar lo de la noche anterior. Aún con la cabeza sobre la almohada me peine el flequillo hacia atrás y me quedé mirando el techo por un buen rato, hasta que el ruido de la puerta de entrada me hizo volver a la realidad.

Cuando miré la hora me di cuenta que me había despertado más temprano de lo que pensé. Esa era la hora en dónde Daila y Chance se iban a trabajar, ambos trabajan en un bar a unas calles de aquí, Daila atendiendo la barra y Chance limpiando las mesas. Era un trabajo simple, pero les daba dinero para mantenerse al menos por algunos días.

Me incorpore en la cama dispuesta a ir a hablar con Myah, quién seguro se encontraba en la cocina. Porque, sinceramente, lo que más necesitaba en ese momento era a una mejor amiga.

—Hey, buenos días...— saludó cuando me vio llegar. Estaba cocinado algo, porque cuando se giró hacía mí le vi una sartén en la mano—; Que raro...son las diez ¿que haces despierta tan temprano? siempre te levantas alrededor del medio día.

Me encogí de hombros antes de contestar, mientras me sentaba en una de las sillas alta junto a la isla que separaba la cocina del comedor.

—No lo sé. Me acabado de despertar, y bueno...no tengo más sueño.

—Mejor, porque después no podemos hablar bien con esos dos aquí— sonrió, dejando unas tortitas recién horneadas en un plato. Apago la hornalla y se acercó a mi, quedando parada al otro lado de la isla—; ¿Comemos juntas?

Le sonreí cuando me tendió un tenedor. Nos quedamos en silencio un rato, mientras masticamos, hasta que decidí hablar yo.

—¿Qué pasó con Daila ayer?

—Ah, nada, todavía sigue sin hablarme— se encogió de hombros indiferente—; Ya se le pasara, ¿y tú con Robert?

Me removí en mi lugar un poco agobiada, moviendo un pedazo de tortita sobre el plato. Ni siquiera la mire a la cara cuando hable.

—Nos besamos en el baño, y un poco cuando salimos de nuevo a la fiesta— murmure—; Pero no se, pareció muy irreal.

—Hey, pero eso es bueno ¿no? si los dos se extrañaban...— cuando me quedé en silencio, vi como dejaba de comer y se quedaba quieta—; ¿No?

—No sé...— seguí sin levantar la mirada del plato, todavía jugando con la comida—; Siento como si...

—¿Como si...qué?

—Es que...— pinche el pedazo de tortita, pero no me la lleve a la boca—; la pase bien ¿entiendes?

—¿Y eso que tiene de malo, amor?

Me encogí de hombros, con un nudo en la garganta. Tuve que tragar saliva para poder volver a hablar.

—La pase bien, en ningún momento pensé en— tomé aire—; eso. Simplemente me deje llevar y la pase bien, es más, quería ir más lejos. Y si no fuera porque Robert me detuvo hubiera tenido relaciones con él.

Si te perdono| Robert Pattinson. (Instagram #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora