Me giré a un lado de la cama, bajando con mis manos las sábanas hasta mi estomago. De repente tenía calor y sabía que se trata de la estufa que tenía a un lado.
—Saaaam— habló una voz un poco lejos, supuse aún con los ojos cerrados que era Myah que me hablaba desde la puerta.
—¿Hmmm?— pregunté girando mi cabeza hacia el otro lado.
—Ya llegaron las hamburguesas. Pedimos de Macdonals y Chance acaba de traerlas. Te pedí una Big mac ¿está bien?
Abrí un ojo. Mi amiga estaba en el marco de la puerta, con una blusa gris con un gato negro en el medio junto a unos pantalones de dormir rosados con estrellas del mismo color pero de un tono más oscuro. Estaba descalza pero llevaba un par de medias que se notaba a millas de distancia que eran gruesas.
—Obvio que está bien ¿por quién me tomas? ¡Es una Big mac!— me senté en la cama—; ¿Me están esperando?
—Así es, querida. Apurate o empezaré sin ti.
Salió de la habitación dejando la puerta abierta.
—¡Hey, soy la invitada!
—¡Y yo la hambrienta!
Sonreí graciosa mientras bajaba los pies de la cama. Me dirigí a la maleta que tenía a un lado de esta y la abrí de par en par, dejando que la tapa reposase en la pared que tenía detrás.
Me quite mis pantalones de jogging y me puse unos jeans azules, la remera de F.R.I.E.N.D.S que tenía decidí cambiarla por una blusa con mangas y encima me puse un buzo de peluchito marrón.
Me calce unas pantuflas gordas rosadas que eran de chanchito y salí de la habitación mientras me recogía el cabello en un moño desordenado.
—¡Hola de nuevo!— grito la melliza.
Le sonreí a Daila mientras me sentaba en la mesa. Chance estaba en la silla frente a mí, al otro lado de la mesa, junto a su hermana. Myah se sentó a mi lado mientras dejaba reposar una botella de dos litros de Coca-cola.
—¿Cual es la mía?— murmure mientras hurtaba entre las cuatro cajas que tenía en frente.
Una mano fría me tomo de la muñeca para mover mi mano de una caja a otra.
—Es esa— dijo entonces Chance.
Me quedé en blanco de repente por el repentino contacto físico, pero me limite a sonreír incómoda y a acercar esa caja a mi. La abrí y me encontré con aquella obra de arte, que no dude ni un segundo en quitarle el papel de encima y darle un mordisco.
—¡Mm! Esta riquisima. Dios mío, hacía mucho que no comía una hamburguesa.
—¿Con que te alimentas, rara?— Daila rió mientras le daba un mordisco a la suya.
A pesar de llamarme de ese modo supe que no lo decía de modo ofensivo así que me reí junto a ella.
—Mi madrastra insiste en que nos alimentemos de forma saludable, así que la última hamburguesa que comí fue de soja.
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Si te perdono| Robert Pattinson. (Instagram #2)
RomanceSegunda parte de Instagram. Después de dos años de lo sucedido Samay decide tomarse un año sabático para poder decidir que carrera estudiar, pero en sus planes se mete su mejor amiga a cambiarle un poco el rumbo de sus ideas. Unas vacaciones en Los...