Stand by me - Ben E. King.
(P.d: es importante que escuchen la canción que puse arriba. Se darán cuenta cuando ponerla, pero por las dudas, he puesto un "(.)" para que no hayan dudas. Así que cuando lo vean, pongan play)
-
No se hizo cien por ciento real hasta que le pedí a Robert que fuese a buscar ropa para mi al departamento de Myah. Al principio se negó, repitiendo una y otra vez que no me dejaría sola, pero tuve que recurrir a básicamente echarlo para que lo entienda.
A veces era bueno llorar con otra persona, pero otras, era simplemente mejor desahogarse sola. No me gustaba que las personas me viesen llorar, más si se trataba de una persona tan cercana como lo era Rob.
Después de unos veinte minutos de una absurda pelea de palabras, él aceptó mi petición. Se calzo sus zapatillas y se fue prometiendo volver pronto. Yo seguí acostada en la cama, viendo la ventana sin moverme.
No deje de derramar lágrimas en ningún momento. En mi mente pasaban pensamientos desagradables. No entendía porque la vida podía ser tan injusta y egoísta.
Lo único que podía desear en ese momento era que mi vida volviese a la normalidad como cuando mi única preocupación era que mi madre era una imbécil y que Myah parecía tener algunos tornillos de la cabeza desajustados.
Mi móvil seguía reposado en la mesa de luz y cada tanto, haciendo eco en el silencio de la casa, vibraba sobre la madera de esta. Lo ignore sabiendo que no sería nada importante, y si lo era, no podría darle el interés que se merece.
Escuché la puerta de abajo unos treinta minutos después. Seguido del ruido de las llaves siguieron las uñas de Bear dando contra el suelo y a Rob hablándole vagamente. Escuché que le llenaba el tarro de comida y de agua antes de volver a la habitación.
Llevaba una mochila violeta de Myah en el hombro cuando me voltee a verlo. Me sonrió de lado antes de dejarla en el piso junto a la puerta.
Se acercó a la cama casi al instante y se descalzo antes de acostarse contra mi espalda. Me paso un brazo por la cintura y me acerco a él, permitiéndome sentir la fuerza con la que me estaba abrazando. Cerré los ojos un segundo.
—Necesito que dejes de llorar, por favor.
Sonreí.
—Si, yo también.
Me besó bajo la oreja, haciéndome cosquillas con su reciente barba. Estaba fascinada con la idea de que se la dejé crecer.
—¿Puedo contarte algo?— pregunto acomodando mi cabello detrás de las orejas.
—Adelante.
Lo sentí sonreír.
—Bueno, en realidad es mostrate.
ESTÁS LEYENDO
Si te perdono| Robert Pattinson. (Instagram #2)
RomanceSegunda parte de Instagram. Después de dos años de lo sucedido Samay decide tomarse un año sabático para poder decidir que carrera estudiar, pero en sus planes se mete su mejor amiga a cambiarle un poco el rumbo de sus ideas. Unas vacaciones en Los...