Capitulo XXV

1.9K 213 51
                                    

Ohhh!! ¿Qué es lo que pasará en este capitulo? *m* Disfrutenlo mucho y que inicien dos semanas de felices vacaciones!!!




El camino se ha estabilizado. Vamos por un lugar sendero de tierra que pareciera no tener algún fin. El Shinigami sigue tenso, puedo sentirlo en sus brazos rodeándome con más fuerza de lo habitual. Su mirada esta fija al frente, sin distraerse con nada.

— ¿Qué era lo que nos perseguía?—Le pregunto.

Pero no hay respuesta.

— ¿Estás bien?—Vuelvo a preguntar.

Silencio absoluto. Esto me está poniendo nerviosa a mí también; él no corre pero pareciera que lo está haciendo. Los arboles comienzan a hacerse menos dejando ver una entrada hacia algún lugar. Un gran cancel  está abierto dejándonos el paso libre. Primero, a un gran campo verde nos promete otro gran camino pero al alzar un poco más la vista nos espera una mansión estilo victoriana. No sé y ni calculo el área del lugar pero esto es gigantesco. El Shinigami me baja y tomándome por la mano, caminamos juntos hacia la enorme mansión.

— ¿En dónde estamos?—digo encantada.

—Cerca de donde se encuentra tú hermana.

Lo miro sintiendo que todas las esperanzas que se habían dado por vencidas, vuelven a florecer con gran júbilo en mí ser. Pareciera que estamos en otra época; el aire que tiene la mansión no me da mucha confianza pero en todo lo que pienso es en encontrar a Julianne. Llegando a escasos metros de la entrada principal frente a nosotros el viento se vuelve más intenso.

— ¿Qué es este lugar?—pregunto cubriéndome de la tierra volando.

—Es un museo—su sonrisa se vuelve extraña—. Pero el día de hoy no está abierto al público.

¿Un museo? Me jala por el antebrazo para continuar caminando. Cerca de la puerta hay una placa conmemorativa explicando cierta historia sobre esta mansión. A lo que alcanzo a leer, fue convertida en museo un poco después de 1947. El rechinido de la puerta me hace prestar atención al frente, viendo como el Shinigami ingresa sin detenerse. El interior luce oscuro, por unos instantes temo en entrar pero la mano del Shinigami vuelve a salir por mí para guiarme. Las puertas se vuelven a cerrar; los ventanales tienen las cortinas corridas dejando entrar poca iluminación. No me muevo, mi mirada recorre cada rincón del salón principal. Hay unas escaleras que llevan hacia dos caminos. No se ven muebles o cosas, yo no diría que esto es un "museo". Camino unos cuantos pasos llegando encima de una alfombra color tinto. Esto tiene un ambiente raro. No sé si alucino pero escucho pasos, como si alguien bajara las escaleras. Quedo así inmóvil tratando de ver si hay alguien más aquí.

— ¿En dónde está mi hermana?—miro al Shinigami a través de mi hombro.

Su sonrisa sigue estática. No me mira, sus risas aumentan de volumen haciéndolo escandaloso y con una apariencia de loco. Arrugo el ceño al verlo y escucharlo, una parte de mi me dice que huya, que escape ahora que tengo la oportunidad, pero hago caso omiso.

— ¿Qué tan desafortunada crees que eres, Aileen?—dice entre sus risas.

Su pregunta me afecta en cierta forma. Trato de caminar hacia atrás pero uno de los dobladillos de la alfombra me hace tropezar. (Típico que siempre que trato de caminar así, termino cayéndome).

— ¿Por qué actúas así?—grito empezando a desesperarme.

Sus carcajadas disminuyen poco a poco... Sin levantarme continúo inspeccionando el interior de la mansión. Lo que me llama la atención es otra placa cercana a las escaleras. Una placa doradas con unas centellantes letras...:

Kuroshitsuji: Vitam et MortemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora