Hace unos minutos, el cielo despejado de Londres era deslumbrante y muy brillante, pero ahora los cambios constantes de clima han hecho del cielo un verdadero muro gris, de nubes pesadas abarcando con grandeza, y por algún extraña razón, ese tipo de clima no causa tristeza pero si está volviendo a la ciudad sola y poco transitada. Las personas que pasan a nuestro lado se quedan mirando de forma extraña hacia Sebastian y ya veo el porqué: su manera de caminar es elegante, la ropa que lleva lo hace lucir... Atractivo. Muchísimo. Inclusive una chica estaba a punto de estrellarse contra un poste de semáforo.
— ¿Tenía algún nombre tu aldea?—Pregunta Ciel al momento que me toma por la mano para cruzar la calle.
Un cosquilleo sube por todo mi brazo.
—En realidad no era un nombre bien establecido.
Su mano me aprieta con fuerza, me siento muy sobreprotegida por este niño.
— ¿Cuál era?
—Aldea del Cheddar.
Sebastian suelta una mini risita.
— ¿Algún motivo en especial para llamarse así?
—Bueno, la aldea tenía una historia poco lógica. Decían que cuando el fundador termino de construirla se encontró un queso Cheddar en medio de toda la aldea. Claro que simplemente era una historia para niños.
Bajamos otra acera para cruzar la siguiente calle. Como Ciel ya ha soltado mi mano, me adelanto un poco para llegar primero pero una de las agujetas de mis zapatos se atoran haciéndome caer frente a un auto que ha dado una vuelta prohibida. Cierro los ojos esperando a que suceda...
—Hizo una vuelta prohibida—chasquea con la lengua Sebastian de manera reprobatoria, con voz profunda y oscura—. Señorita Aileen.
Abro los ojos encontrándome con su mano tendida a ayudarme a levantarme. Sin soltarme me lleva hasta la acera de enfrente, apretando demasiado mi pequeña mano comparada con la suya. Antes de alejarnos lo suficiente, miro por encima de mi hombro para comprobar que es lo que ha sucedido con el conductor y el auto. Este último está echando un montón de humo por el capo, totalmente descompuesto.
— ¿Qué fue eso?
—No debe correr en la calle con las agujetas desamarradas—se detiene bruscamente.
Observo mis zapatos: ambos desamarrados. Sebastian me deja libre para permitir que me agache a hacerme cargo de las agujetas.
—Es ahí—Ciel apunta con su mano hacia un antiguo edificio en proceso de remodelación.
— ¿Cree encontrar lo necesario, Joven Amo?
—Deben mantener los archivos más importantes de la historia de la ciudad y los alrededor de la Gran Bretaña, es el único lugar seguro en donde investigar.
Los sigo como una niña pequeña perdida, ambos guiándome a un lugar en donde nunca en mi vida había entrado. El edificio, como antes había notado, es viejísimo; huele a humedad y polvo, la recepción pareciera la de un hotel abandonado, pero con cierto esfuerzo por conservarlo en pie. Detrás de unas puertas de cristal se puede ver una biblioteca enorme.
Una señora gorda de cabello exageradamente teñido de color amarillo, nos ignora incluso estando frente a ella esperando respuesta. Está leyendo una estúpida revista de chismes y sorbe asquerosamente por la nariz. Está colmando mi paciencia.
— ¡HEY!—le grito con todas mis fuerzas.
Lentamente levanta la vista.
—Necesitamos entrar—explico más tranquila.
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Kuroshitsuji: Vitam et Mortem
FanfictionUna aldea aislada de la ciudad de Londres fue destruida en su totalidad dejando como a única sobreviviente a una pequeña niña de 13 años llamada Aileen. Abandonada en la nada y sin saber exactamente que fue lo que ocurrió, se encuentra con un extrañ...