Capitulo X

2.5K 274 17
                                    


Escucho voces pero no sé de donde provienen. No creo que siga en la aldea, todo fue destruido, todos huyeron. Y bien, ¿en dónde estoy? No recuerdo nada, pensándolo bien, no recuerdo nada antes de mi... caída. Esperen, ¿me caí? Entonces lo más probable es que ahora este muerta. No. No puede ser, además, ¿por qué estaría hablando conmigo misma? Estoy alucinando. Me concentraré, sé que estoy pensando pero no puedo ver ni mover mis brazos y piernas. Pongo atención absoluta a las voces que me rodean.

—Oh, pequeña Aileen, tan indefensa y a un paso de morir—la voz del Sepulturero parece alabar a algo o alguien.

—Deberías dejarla en paz, si la mantienes así podrías prolongar su coma—habla Ciel.

¿Quién está en coma? Apenas estoy sintiendo unos brazos rodeándome y sujetándome firmemente.

—Joven Amo—la voz de Sebastian suena grave—. Al parecer los dueños del club han estado más cerca de lo que creíamos.

—Lo sé, Aileen tuvo contacto visual con uno de ellos y eso me preocupa. "Gracias" a ella no pudiste terminar tu trabajo.

—Mis más sinceras disculpas, joven Amo, pero no le he informado bien—se oyen unas cuantas hojas caer—. El investigador Max Freeman es uno de los principales líderes que controlan el club, junto con alguien llamado Keller, que no es simplemente un hombre.

¡Con razón hablaban tanto de "Max" y de ese tal Keller! Es un maldito traicionero, ¿cómo es que puede trabajar para la policía? Y, ¿por qué yo no me puedo mover?

— ¿Estás diciendo que no era una equivocación la presencia de esa persona?

Una risilla se le logra escapar.

— ¡Sebastian!

—Conde Phantomhive—el Sepulturero habla de manera baja—. Las predicciones que tenían están uniéndose poco a poco al rompecabezas.

El golpe a un mueble y pasas apresurados se oyen ahora.

—Tenemos que investigar absolutamente todo sobre ese tal Max Freeman y Keller... Sepulturero, tu encárgate de averiguar qué tipo de droga es la que ocasiona muertes en ese club.

Varios segundos de silencio después...

— ¿Qué hay de Aileen?—pregunta el Sepulturero.

El suspiro de Ciel es fácil de escuchar.

—Aun es de madrugada y no podemos dejarla sola, además Grell... En fin, mañana a primera hora saldremos a hacer nuestro trabajo.

La cabeza me duele, y alguien la esta acariciando con suma delicadeza y cariño. ¡Por favor quiero moverme!

—Joven Amo, ¿cree que haya más ángeles involucrados? Ese sujeto Keller pareciera que solo trabaja con humanos.

¿Ángeles? ¡¿De qué rayos están hablando?!

—Sería lo más obvio, aunque todo puede cambiar.

Secretos, secretos y más secretos. ¿Qué ocultan estos tipos? Hablan de ángeles, ¿es en serio? Ya conocí a un Shinigami muy afeminado y ahora resulta que puede que haya ángeles relacionados con un club de lujuria y pecados. ¡Increíble! (Nótese mi sarcasmo).

—Creo que la pequeña Aileen comienza a despertarse—dice el Sepulturero.

Tengo calor, mi frente esta húmeda y los parpados me empiezan a pesar. Un sudor frío baja por mi nuca penetrando en mi espina dorsal. Empiezo a detectar cierta luz pero aun no abro los ojos.

Kuroshitsuji: Vitam et MortemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora