10: Durante el partido

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— ¿Y eso? — preguntó Akaashi con sorpresa mientras miraba como el teñido llegaba a su lado.

— ¿Qué? — Kenma respondió de la misma manera, evitando su mirada.

Luego del pequeño beso que le dio, Kuroo simplemente le había sonreído y agradecido. Tuvo que irse corriendo debido a los gritos enfurecidos de su entrenador.

Podía decirse que, ese beso, solo confundió mucho más a Kenma. ¡Se supone que tenía que ayudarlo a entender qué es lo que realmente sentía, no confundirlo! La mejilla de Kuroo se sentía caliente y pudo justificarlo cuando se alejó, notando como estaban tintadas de rosa. ¿Se había sonrojado por él...? Vaya ternura de chico.

La sonrisa que le había dado solo había empeorado las cosas.

— ¿Por qué tienes la camiseta número doce? — cuestionó — ¿Kuroo te la dio?

Kenma asintió —. Sí... Iba a ir a buscar una mía pero me dijo que los departamentos quedaban muy lejos, así que sería mejor que usara una de él —. Se encogió de hombros mientras mordía ansiosamente su labio inferior. Los jugadores del equipo comenzaban a entrar en calor.

— ¿Mejor que usarás una de él? — Akaashi alzó una ceja al repetir lo que dijo el teñido —. Sí, claro.

Kenma solo pudo mirarlo confundido.

— ¡Disculpen!

La atención del par de amigos cayó sobre una cabellera pelinaranja, que repentinamente se había colocado a su lado. Era un chico con una sonrisa nerviosa.

— Soy Hinata Shoyo, un placer —. Se presentó correctamente ante los dos chicos —. Mi hermana menor tiró bebida en tu camiseta, así que venía a pagártela. ¡Si me lo permites!

Kenma y Akaashi intercambiaron miradas confundidos.

— Le dije que no hace falta... — hizo una pequeña mueca.

Hinata negó. — ¡Por favor!

Kenma soltó un suspiro —. Ya dije que no. No hay de qué preocuparse, no me gustaba tanto. — ¡Mentira! Le gustaba mucho, pero el teñido era muy vergonzoso como para tomar el dinero.

—Cielos... Está bien si no quieres, pero realmente te pido disculpas. ¡Natsu es muy distraída!

Sonrió de lado—. Creo que lo noté... ¿Cuántos años tiene?

—¡Ya, ya! Hablen más tarde, el partido está empezando.

Kenma y Hinata miraron en dirección a la cancha: Los jugadores se encontraban en sus posiciones. Podía notar a Kuroo a larga distancia y una pequeña sonrisa ladina se formó en sus labios.

—¡Vaya! ¿Ese es tu novio?

Su piel se erizó y miró con horror a Hinata.

—¿Qué?

—¡Lo siento! —exclamó con temor por la forma en la que lo miró. —¡Es que tienes su remera y aquí no venden cosas para apoyar a tu equipo!

Kenma negó, relajándose—. No, no es mi novio, Shoyo. Somos amigos.

—Oh, genial. ¿Sabes si tiene novia? Porque es realmente lindo.

Kenma lo miró mal. —¡Mira el partido!

Hinata rio —. Estaba bromeando, tranquilo —. Kenma rodó los ojos, ocultando su sonrisa. —¿Vienes aquí? —asintió. —¡Eso es genial! Yo también, aunque nunca te había visto. ¿Qué estudias?

—Ingeniería informática... ¿Tú?

—¡Psicología! —exclamó con una sonrisa. Kenma lo miró de reojo, pensando que era muy feliz para ser psicólogo —. Este es mi primer año, ¿tú ya vas por el segundo?

Negó—. Me gustaría pero no. También voy por el primer año.

Hinata soltó un suspiro y pasó sus brazos por los hombros del teñido. Extrañamente, Kenma no se sintió incómodo.

Sonrió sin dejar de mirar la cancha. —Tú y yo seremos buenos amigos... Chico al que no le sé el nombre. —Y soltó una risa. 

Idiota Persistente | KurokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora