26: Confusión

3.2K 504 71
                                    

—Pensé que Bokuto estaría encima tuyo todo el mes.

Akaashi soltó una risa—. Estaría aquí con nosotros si no fuera porque tiene un examen.

Kuroo hizo una mueca—. Qué suerte que nosotros no.

—Las vacaciones ya están por llegar. ¿Planeas hacer algo?

—Creo que iré a visitar a mi padre. —se encogió de hombros. —¿Qué tal tú?

—Bokuto quiere ir a visitar a sus abuelos. —suspiró, saliendo del salón junto al pelinegro. Como Kenma estaba rindiendo al igual que Bokuto, Kuroo había decidido ir a buscar a la única persona restante de su grupo de amigos.

—¿Y tú quieres ir...? —alzó una ceja.

—Mientras no estemos directamente con su abuela...

—No entiendo cuál es el problema con la señora Bokuto. —Kuroo frunció su ceño —. Kirumi es genial.

—No cuando te odia... —negó, sacándole una risa a Kuroo. —¡Oh! Me olvidé de agradecerte por lo que hiciste.

Kuroo lo miró confundido.

—Ya sabes, por mí y Bokuto. —El pelinegro seguía mirándolo sin entender. —¡Reunirnos y eso! —exclamó ya con molestia.

—¡Ah! —soltó una risa—. No agradezcas. —negó.

—Claro que sí. Si no fuera por ti... Probablemente seguiría llorando en mi cuarto.

Rio—. En realidad, a quien deberías agradecerle es a Kenma. Él fue el que te sacó de tu pozo de miseria.

—Pero tú planeaste todo.

—Con su ayuda. —sonrió—. Lo arrastré conmigo.

—De todas las personas en el mundo, utilizaste a la menos interesada en todo... —Akaashi alzó sus cejas sorprendido—. Y él aceptó. ¿Qué se traen entre manos?

—¿A qué te refieres?

—Déjame corregir la pregunta... ¿Qué traes tú entre manos?

—Sigo sin entender. —lo miró con una mueca en sus labios.

—¿Te gusta Kenma? —Akaashi preguntó sin más rodeos.

La mente de Kuroo quedó en blanco.

Sin embargo, siguió caminando en silencio.

¿Le gustaba Kenma? Eso era algo difícil de responder...

Puede que le pareciera apuesto y que cada vez que lo veía le daban ganas de abrazarlo y protegerlo de todo lo malo del mundo pero eso no significaba que le gustaba, ¿cierto? Kenma era su amigo. No podía gustarle alguien como él.

Disfrutaba estar a su lado y cada vez que lo escuchaba hablar se entretenía más de lo normal pero no creía que había llegado a la etapa de «gustar». Y si lo hiciera, sabía que no tenía ni la más mínima oportunidad con él. Primero por el anillo que usaba, el cual hacía que Kuroo pensara que estaba comprometido y segundo; Kenma ni siquiera mostraba un poco de interés en él.

Eran solo amigos. Nada más. No habían sentimientos de por medio.

¿Verdad?

Kuroo no tenía idea a quién realmente le estaba preguntando. Su voz no salía de su garganta, así que era simplemente él y... nadie más que él. Quizás estaba rogándole a su subconsciente que le diera una pista para saber si Kenma le gustaba pero era inútil. No lo sabía.

—No lo sé. —respondió con sinceridad.

—¿No lo sabes? —Akaashi lo miró con sorpresa.

El pelinegro negó—. Estoy seguro que no me gusta pero no quiero confirmar nada.

—Eso suena como si te gustara y estuvieras intentando mentirme.

—No estoy haciendo eso. —frunció su ceño—. Simplemente no sé qué siento.

—¿Y tú crees que Kenma siente algo?

Negó—. De eso sí que estoy seguro: Kenma nunca sentirá nada por mí. Se le nota hasta... ¡Hasta en la cara! —exclamó, haciendo reír al chico a su lado.

—Yo creo que tiene un poco de interés en ti. —sonrió.

El corazón de Kuroo dio un salto.

—¿En serio crees eso? —preguntó con una sonrisa asomándose por sus labios.

Akaashi lo miró unos segundos y luego soltó una carcajada—. No quiero arruinar tu vida o algo por el estilo pero... Te gusta Kenma.

—¿Qué? —borró su sonrisa y negó—. Claro que no.

—Claro que sí. —corrigió, rodando los ojos sin borrar la curva de sus labios—. Deberías haber visto tu cara cuando te dije que creía que tenía un poco de interés en ti.

Kuroo hizo un puchero y se quedó en silencio.

No le gustaba Kenma. Sonaba imposible.

¿Quizás atracción...?

—¿En serio crees lo que dijiste? —volvió a preguntar luego de un tiempo.

Akaashi lo miró y asintió.

Kuroo no quiso admitir que su corazón saltó de la emoción.

Idiota Persistente | KurokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora