24: Durante el fin de semana

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—Así que Kuroo te invitó a una cita.

—No. —Kenma negó mientras observaba a Akaashi arreglar su propia ropa—. Kuroo me invitó al parque a donde casualmente van a ir ustedes.

—Sin nosotros.

—Exacto.

—Suena como una cita.

—Pues no lo es. 

Akaashi le tiró una combinación de ropa.

—Ponte eso. Le gustará a Kuroo.

Lo miró con molestia y el contrario solo pudo reír.

La tarde del sábado junto al pelinegro se basaría en caminar por el parque. Aunque el día estaba fresco, eso no impedía que el par de chicos salieran. Tanto como Akaashi y Bokuto, quienes realmente parecían ansiosos de verse y eso cansaba a Kenma.

Aunque intentaba soportarlos.

Cuando llegaron al parque, Akaashi no tardó en despedirse del teñido; diciéndole que Bokuto ya se encontraba en el mismo lugar de antes y que quería llegar rápido. Kenma, por otro lado, buscó a Kuroo con la mirada.

Intentó no sonreír, pero se le hizo imposible. El pelinegro estaba apoyado contra un árbol, con su mirada clavada sobre él sin borrar su típica sonrisa divertida. Kuroo caminó hacia él, sin sacar sus manos de sus bolsillos.

—Vaya día para reconciliarte con tu novio... —acotó mirando al cielo. Estaba nublado.

—¿Por qué no nos juntamos en mi casa? Pasaríamos menos frío... —murmuró, arrugando su nariz mientras se abrazaba a sí mismo.

—Ya, ya. No te quejes tanto que te van a salir canas. —comenzó a caminar, obligando a Kenma a seguirlo—. Ya verás que cuando estemos un rato caminando, no sentirás tanto frío.

—Sigo pensando que estaríamos mejor en mi casa.

Kuroo lo miró de reojo. —¿Solos? —preguntó con una ceja alzada-

Kenma puso los ojos en blanco y miró para otro lado, luego escuchó la estúpida risa del pelinegro.

—¿De qué se supone que vamos a hablar? —volvió a hablar luego de unos minutos de silencio.

Kuroo se encogió de hombros—. No lo sé, ¿de qué quieres hablar?

—No lo sé.

Otra vez silencio.

Largo y extraño silencio.

—Tengo una idea.

—¿Juego de preguntas? —preguntó Kenma, alzando una ceja.

Kuroo lo miró con sorpresa. —¿Cómo sabías?

—Es típico en momentos como estos. —se encogió de hombros, metiendo sus manos en sus bolsillos.

—Bien... ¿te parece realizar este típico juego para entrar en calor?

—No uses expresiones deportivas para hablar... —murmuró, negando. Escuchó la risa del mayor—. Pero está bien, no veo problema mientras no sean preguntas tan... oscuras.

—¿Qué sería una pregunta oscura? —preguntó con una risa.

—Ya sabes, esas típicas que se meten mucho en tu vida personal.

—Está bien. —asintió, pegándose un poco más al menor—. Yo empiezo: ¿Por qué decidiste estudiar informática, chico informático?

—Es ingeniería informática... —corrigió mirándolo. Kuroo tenía sus cejas alzadas, esperando su respuesta completa—. Siempre me gustó todo lo relacionado con la computación y parecía una carrera fácil, así que la escogí. —se encogió de hombros.

Idiota Persistente | KurokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora