El domingo fue un día tranquilo. Kenma se puso al día con todas sus materias.
El día lunes llegó y el teñido salió de su casa con pereza. Se despidió de Potya, dejando comida de más y la ventana abierta por si quería huir a los brazos de la vecina de arriba. No pasó nada —absolutamente— nada interesante. Kenma se hubiese dormido en la clase de álgebra sino fuera porque sonó el timbre que indicaba su corto receso.
Caminó a la cafetería arrastrando sus pies, pensando que su día se arreglaría y tendría más ánimos se veía a Akaashi. Ordenó algo liviano para comer: una fruta y una botella de agua. Probablemente en el segundo receso comería algo que lo llenase más. Se dirigió a la mesa en la que siempre solía estar sentado su amigo (ya que tenían la suerte de tener los mismos horarios y sus recesos coincidían) y frunció su ceño al no verlo ahí.
Lo buscó con la mirada y cuando no lo encontró, se preguntó por qué Akaashi no estaba ahí.
Tú
En dónde estás? 10:00 AM.
Akaashi
En mi cuarto. 10:12 AM.
Se extrañó aún más al leer el mensaje.
Akaashi había faltado. Eso era realmente raro, incluso aunque estuviese enfermo y con mucha fiebre, el pelinegro asistía. Se tomaba muy en serio la universidad.
Kenma supuso que algo andaba mal.
Tú
Está todo bien? 10:19 AM.
Akaashi
Todo está como la mierda pero gracias por preguntar. 10:25 AM.
Suspiró.
Tú
Qué pasó? 10:26 AM.
Akaashi
Bokuto y yo vamos a romper. 10:37 AM.
Kenma sintió su sangre helarse.
¿Qué mierda había pasado?
Akaashi
Podrías venir? 10:39.
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Idiota Persistente | Kuroken
FanfictionLuego de que un extraño levantara del suelo su teléfono antes de bajarse del transporte público, Kenma jamás pensó que su vida daría un giro 360°. Una persona tan vergonzosa como él nunca se imaginó terminar al lado de alguien tan energético como K...
