Lo más duro en mi vida en este momento es despedirme de mis hijos. Es increíble cómo han crecido en ocho meses sin poder disfrutar de su padre, ayer ambos comenzaron a gatear y los balbuceos han aumentado acompañados de pequeños gestos de risas que se escapan de sus labios.
Es una suerte tener a Denia y a mi madre a mi lado sé que ambas los cuidaran bien en lo que yo regreso con Adkin, porque aunque me costó arreglar todo estas dos últimas semanas desde que vi a Robert finalmente llegó la hora de ir al infierno del que tanto me protegió una vez mi padre.
Christian me da una expresión triste mientras deja mi equipaje en la entrada de la puerta. Dominick también baja con un equipaje de mano que deja junto a mi. Se acerca a su esposa y le da un beso corto luego de besar la cabecita de mis hijos quienes juegan en un tapete en medio de la sala con mi hermana.
—¿Nos vamos? —pregunta una vez está frente a mi.
—¿Qué? No, igual que a Christian tu tampoco iras no los pondré en peligro.
—Danella, Adkin es mi hermano yo siempre lo he protegido y esta vez no será la excepción así que no insistas porque no te dejaré ir sola.
Niego.
—No voy a arriesgar al marido de mi hermana.
—Lo mismo digo —me da una mirada fija sujetando mi rostro en sus manos. Sus ojos azules denotan sinceridad—, no dejaré ir a la mujer de mi hermano sola. Yo más que nadie estuvo con él cuando te conoció y se enamoró de ti, yo sé cuán importante eres para Adkin así que iremos juntos y no discutiremos más. —toma el equipaje y se despide con un "Te amo" a Denia antes de ir al auto.
Suspiro y camino hasta la sala me siento frente a ambos niños que juegan con las piezas de un castillo desarmable, es imposible no notar la preocupación de Denia y se que aunque lo hace por mi teme por su marido. Tomo su mano y la atraigo a mi abrazándola fuerte inmediatamente me responde el abrazo.
—Los cuidare bien, lo juro. —susurra.
—Y yo cuidaré a Dominick y los tres volveremos pronto.
Asiente secando sus mejillas. Se aparta cuando Danika gateando se acerca y deja su manito sobre mi rodilla. Bajo la mirada a la vez que la tomo en brazos y beso su mejilla, sus manitos se posan en mi rostro y la mirada profunda igual a la de su papá e indescifrable de la que soy adicta me encuentra.
—Te amo hija —susurro—. Juro que regresaré con tu padre.
Como si entendiera de lo que hablo me regala una sonrisa que calienta mi alma y me devuelve la fuerza que sentí estaba perdiendo. Vuelve a besarla antes de dársela a Denia para luego despedirme de mi mini iceberg quien solo me mira en silencio cuando me despido.
Mi madre no se acerca, se mantiene en el marco de la puerta de la cocina llorando desconsolada como si creyera que no me volverá a ver. No me conoce, no sabe lo fuerte y perseverante que puedo llegar a ser.
Salgo de casa y subo al auto que nos lleva al aeropuerto, suspiro profundo mientras veo pasar árboles que quedan atrás a medida que el auto avanza.
Dominick sujeta mi mano y besa el dorso. —Lo encontraremos, estoy seguro de eso.
—Hay algo que debes saber antes de viajar allá.
Asiente.
—Tienes que darme tu palabra de que no le dirás a nadie nunca, mucho menos a Adkin o Denia.
Ahora su mirada cambia a confusión total pero necesito que vaya preparado y comprenda que esta vez no haremos lo correcto. Prefiero guardar el secreto con tal de tener a mi esposo de vuelta a mi y si soy egoista o no es lo que menos me importa porque el pasado ya nos ha jodido bastante como seguir permitiendo, esta vez solo voy a pensar en mi familia y mi felicidad.
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𝑳𝒂 𝑨𝒅𝒊𝒄𝒄𝒊ó𝒏 𝒅𝒆 𝑻𝒊𝒛𝒊𝒂𝒏𝒐 [Completa]✔️
RomanceBilogía Tiziano. Libro ll. Existen lazos que son imposibles de olvidar, huellas que quedan marcadas en la piel como si fuesen un tatuaje. Danella creyó que alejarse e intentarlo con otro la ayudaría olvidar a Adkin, Pero de nada sirve alejarse cua...