—Bimba quédate en la cama. —musita con la cabeza contra la almohada.—No Adkin, tengo algo que hacer antes de ir a la Universidad.
Se levanta peinando un poco su cabello y se acerca a mí besando mi cuello mientras me abraza por la espalda. Sonrío con mi visión de él a través del espejo.
—Creí que ya habíamos solucionado esto...
Llevo mis manos a la enorme erección en medio de sus piernas.
—Tal parece que debemos repetir el mañanero —baja sus manos por mi cuerpo metiéndolas dentro de la camiseta color neggro que visto—. Ya sabes, así te vas acostumbrando para cuando vivamos juntos.
Niego y busco sus labios enredando mis dedos en el cabello castaño con pequeños reflejos claros. Gira mi cuerpo subiéndome a su cintura llevándome contra el espejo de pie que tengo en mi espalda.
—Lo romperemos...—Jadeo en medio de besos fogosos.
—Entonces contra el cristal de la escala, mientras Estambul entero me envidia al ver la mujer de la que disfruto.
Recorremos la habitación sin dejar de besarnos, tarde casi una hora en vestirme y Adkin en solo segundos de nuevo me tiene desnuda sobre su regazo. Mi espalda se encuentra con el frío del ventanal tal sensación solo me logra prender aún más de lo que ya estoy. Acaricio su torso desnudo deleitándome con sus definidos pectorales, su boca me quema la piel cuando deja besos húmedos por mi barbilla, mi cuello, mis senos que chupa y lame sin control alguno clavando los dientes en mis pezones provocando que jadee alto
—Adkin...¡Joder!
—Dime, bimba mala.
Le tomo el rostro con mis manos y me aferro a su boca iniciando un beso donde le muestro cuanto lo deseo en este instante. Su lengua no tarda en querer dominar este juego que iniciamos con nuestras bocas, mientras siento lo rígidos y duros que se ponen mi pezones al contacto con su pecho. Sus dedos viajan hasta mi centro, jadeo cuando se adentra entre mis pliegues y me acaricia con fuerza subiendo y bajando dentro de mi feminidad.
—Siempre lista para mi. —gruñe sobre la piel de mi cuello— La idea de que nadie más te ha tocado jamás me hace perder la cabeza.
—Si hablamos de eso entonces tus actos ya te harían perder el derecho de tocarme.
Detiene sus movimientos y sus ojos se clavan en los míos, el verde de su mirada es reemplazado por un tono más oscuro.
—Así quieras eso es algo que no podrás hacer...porque, tu cuerpo no deja de gritar que me necesita.
Aleja su dedo de mi centro para sustituirlo por su falo duro, la primera embestida que me da es salvaje, en combinación con su mirada llena de lascivia me tiene al borde del colapso.
—Por que asi como tu me marcaste a mi, se que aunque eres fría en el fondo llevas mi huella.
—Nunca lo he negado...
Me silencia volviendo a besarme de la manera que solo él lo hace complaciendome por completo. Mis manos le acarician la espalda mientras comienzo a elevarme para luego caer de nuevo moviéndome sobre su miembro buscando el placer que tanto deseo.
Su mirada no se aleja de mi rostro mientras me sujeta del culo ayudándome a mover. Los jadeos roncos y bajos que salen de su garganta me saca una sonrisa, siempre creí que él es quien lleva en control cada que follamos, pero últimamente he descubierto que si me lo propongo seré yo quien lo domine y controle, justo como anoche cuando le dije que estaba castigado sin follar.
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𝑳𝒂 𝑨𝒅𝒊𝒄𝒄𝒊ó𝒏 𝒅𝒆 𝑻𝒊𝒛𝒊𝒂𝒏𝒐 [Completa]✔️
RomantizmBilogía Tiziano. Libro ll. Existen lazos que son imposibles de olvidar, huellas que quedan marcadas en la piel como si fuesen un tatuaje. Danella creyó que alejarse e intentarlo con otro la ayudaría olvidar a Adkin, Pero de nada sirve alejarse cua...