𝑳𝒂 𝑨𝒅𝒊𝒄𝒄𝒊ó𝒏 𝒅𝒆 𝑻𝒊𝒛𝒊𝒂𝒏𝒐 [Completa]✔️

Capitulo 13-Luna de miel

Adkin.

Ibiza es maravillosa pero no se compara con el despertar al lado de mi esposa. Dos días aquí han sido de solos en la habitación disfrutando uno del otro. Ya es tiempo de dar un tour por la isla.

Mi mujer aparece a mi lado vistiendo un conjunto corto de cuadros negros y blancos acompañado de unos lentes oscuros y su cabello claro al libre meneandose con el clima que nos refresca

—¿Lista?

—Si. ¿Qué haremos? —cuestiona emocionada.

La abrazó por la cintura y señaló a uno de los empleados del hotel que se acerca a nosotros amablemente.

—Buen día señor y señora Tiziano. —saluda en español.

—Buen día —Saluda Danella en el mismo idioma.

El chico sonríe amablemente y centra su atención en mí seguramente por mi incomodidad al no comprende con total claridad este idioma.

—¿Prefiere que les hable en inglés o italiano?

—En español está perfecto —contesta mi bimba. —. A Mi esposo le encantará practicar el idioma.

Asiente.

Me entrega un par de guías, cascos y las llaves para nuestro recorrido en quad. Da las indicaciones a mi esposa quien sonríe con total comprensión. De mil palabras que dice entiendo solo cien y eso es mucho decir.

Llegamos hasta nuestros vehículos los cuales son geniales, uno en color rojo y el otro verde. Las enormes ruedas que lo adornan y mi bimba sentada en uno de ellos me provoca follarla ahora mismo.

—Muy bueno tu español —comentó.

Apuntó el casco en su barbilla y le doy un beso corto.

—Ya lo sé, estuve un par de años en Colombia te lo dije.

—¿Dónde conociste a tu profesor de pintura?

Asiente

—No iremos en vehículos diferentes —advierte. —, quiero ir contigo.

—Pero te acomodaste en el asiento de piloto.

—¿Y? Vamos Tiziano soy experta conduciendo estas motos de montaña.

Suelta una carcajada sonora y niego sujeto con firmeza el casco. Esto será un desastre pero me propuse complacerla en todo. Tomo el mapa de guía y me acomodo en su espalda dejando mi mano sobre su abdomen.

—¿Listo, mr. Tiziano?

—Listo, esposa.

Mueve la llave y acelera por el camino de tierra que conduce a una zona boscosa y soleada. ¿Maneja yates, quad y no un auto? Se adentra siguiendo mis indicaciones dándonos vistas maravillosas de este paraíso, nos detenemos de vez en cuando para tomar fotografías y demás.

Luego de una hora nos detenemos para hidratarnos y disfrutar de un acantilado que nos da un paraíso de océano frente a nosotros. Camina a él borde y sonríe elevando las manos al aire, eso es lo que más me gusta de ella que finalmente veo como se está liberando por completo de lo que su padre le inculcó y principalmente de él.

—¡Amor mira este paraíso! —grita emocionada.

Me cuelgo la mochila en el hombro izquierdo y me acerco con mi cámara fotográfica. Sonríe y posa viéndose como toda una diosa frente a mi sonrio y tomo un par de fotos del amor de mi vida.

—Deberías alejarte de la orilla.

—¿Por qué? ¿Te da miedo, Tiziano?

—No, pero si no vienes a los brazos de tu amado no verás tu sorpresa.