𝑳𝒂 𝑨𝒅𝒊𝒄𝒄𝒊ó𝒏 𝒅𝒆 𝑻𝒊𝒛𝒊𝒂𝒏𝒐 [Completa]✔️

Capitulo 19-Mini bimba

—Pedí vino para ambos. —Habla David mirándome.

—No quiero vino, prefiero un jugo.

—¿Por qué?

—Porque no. —miro al mesero—. Quiero jugo de lulo con el plato especial de la casa.

—Sí señorita ¿Y usted? —mira a David.

—Lo mismo que la señorita pero sin ese jugo.

El chico asiente y se aleja. David toma mi mano sobre la mesa, la alejó de inmediato.

—No me gusta que me toques.

—¿A tu marido le incomoda?

—Igual que a mi. Dijiste que era importante así que habla.

—¿Recuerdas cuando estábamos en Suiza y te hablé del proyecto que quería aquí en Turquía?

Asiento.

Siempre dijo que quería hacer un edificio para una escuela de talentos donde cualquier persona se pudiera inscribir. La intención me parece de lo más agradable ya que hay muy pocas escuelas de arte en la ciudad de modalidad gratuita.

—Creo que llegó la hora de poner en marcha el proyecto, contigo como su cabeza principal.

—Aún no soy arquitecta, apenas estoy haciendo mis prácticas. —aclaro. —Pero puedo recomendarte un par de buenos arquitectos.

—¿Tu marido? —pregunta gélido.

—Mi marido es el mejor de todos pero no trabajaría contigo, la hipocresía no es lo suyo. Pero están Selim mi maestro o Liam Vélez ambos son brillantes en su trabajo.

Niega.

—No, recuerdas que te dije que ese proyecto sería tuyo únicamente tuyo. Eres la mejor y sé que puedes con esto.

—No lo rechazo porque no me sienta capaz, lo hago porque legalmente no soy graduada y ahora con mis prácticas tengo el tiempo justo.

—Es eso o tu marido no te da permiso.

Sus insinuaciones hacia Adkin ya me están causando cólera y no le gustará verme enojada.

—Mi marido no me prohíbe nada, es el hombre que me ama, no mi dueño. Yo tomo las decisiones de mi vida, y estoy por creer que me invitaste a cenar porque estás interesado en saber de Adkin y no porque quieres hablar de tu proyecto.

Me da una mirada fija y toma la copa de vino cuando el mesero la deja en la mesa. Sonrío tomando mi jugo de lulo, creo que a mi mini bimba le gustará las frutas ácidas.

Tomo los cubiertos y dejo de lado los modales dándole el primer bocado a el delicioso platillo. Limpio mi boca con el pañuelo y vuelvo a observar a David.

—Quiero tenerte en el proyecto Danella.

—¿Por qué? Con tu dinero bien puedes pagarle a los mejores.

—Tu eres la mejor —come. —¿Y si consigo que uno de esos hombres tome mi proyecto tu estarías también como socia?

Asiento

—Puede ser, aunque debo consultarlo con Adkin primero, es mi jefe y si el proyecto en el que estamos no me da tiempo no puedo sobreesforzar mi vida.

—¿Estás bien? Te veo diferente antes morías por mantenerte ocupada día y noche siendo la mejor en todo y ahora...

—Y ahora mis prioridades cambiaron. Primero está mi familia, luego mi estudio y después mi trabajo. Te prohíbo que me cuestiones David, tu actitud hoy no es agradable.