𝑳𝒂 𝑨𝒅𝒊𝒄𝒄𝒊ó𝒏 𝒅𝒆 𝑻𝒊𝒛𝒊𝒂𝒏𝒐 [Completa]✔️

Capitulo 11-Feliz vuelta al sol

Horas enteras en la cocina intentando hacer un pastel de cumpleaños para Adkin termina con mi cocina hecha un desastre. No sé en qué momento llene el lugar de harina y utensilios lleno de mezcla de chocolate, lo único confortable es que creo que finalmente logre hacer algo bien.

Guardo mi obra de arte en el horno mientras tomo una copa de vino observando como la asistente me ayuda a limpiar el desorden. Camino a la sala de estar y busco mi teléfono la conversación con el inversionista de Adkin no fue bien, él tipo parece ser un elitista de primeras que juzga todo solo basándose en su primera impresión, y la que se llevó de mi es la de una estudiante novata que no sabe nada del negocio. Me tomó mucho respirar y evitar ser altanera con el hombre antes de despedirme de él en el restaurante donde nos vimos hace un par de horas.

La pantalla suena avisando que alguien quiere entrar, mi asistente es quien se encarga de mirar, avisando que es Adkin, no pensé que viniera ya que no me responde las llamadas.Minutos después las puertas de metal del elevador se abren dejándome ver un Tiziano menos molesto.

Camina hacia mí con dos bolsas de un restaurante italiano. Detalla a la chica que limpia la cocina y luego a mi.

—¿Qué haces aquí? —pregunto tranquila.

—¿Qué sucede aquí, bimba?

—Ella es Ira, la chica que contrató mi mamá para que me ayude en la casa.

—Mi nombre es Hilei, señorita.

Asiento.

—Puedes irte Hilei, yo termino de ordenar eso.

La mujer de cabello rojo y ojos oscuros asiente dirigiéndose al cuarto de empleados donde guarda sus cosas. Mi novio camina a la cocina y toma dos copas de vino, deja todo sobre la mesilla de la sala de estar frente al sillón y me entrega una de las cajitas y palillos mientras sirve vino.

—Creí que estabas furioso.

—Lo estoy pero no por eso dejaré que pases hambre, bimba.

—Y como comeré comida italiana con palillos chinos.

—Si persuadiste a mi cliente para que aceptara el negocio como tu querías, puedes comer con palillos lo que sea.

Cruzo las piernas sobre el sillon y lo miro confundida.

—¿Qué dijiste?

—El señor Kemal me contó de la conversación que tuvo contigo hace un par de horas, tal parece que tus encantos lo convencieron de cambiar el proyecto. Tus planos tienen errores pero juntos los arreglaremos.

Tomo un poco de mi comida y ocultó la emoción que me causa escuchar tales palabras, me entrega la copa y brindamos.

—Esta vez lo solucionaste pero en cuanto a trabajo no puedes hacer esas cosas. Bimba mi trabajo es sagrado y cualquier cambio o intervención debes consultarla primero conmigo ¿Ok?

—Ok, amor. —respondo.

Sonríe de lado y come sentándose frente a mi.

—Estas loco, traer la cena casi a media noche.

—Estaba en reunión con Kemal —explica.

Continuó comiendo y recibo cuando me da bocados de su comida. El reloj en la pared marca cinco para las doce me levanto de mi lugar y corro al dormitorio buscando la caja de regalo que compré.

Esto me emociona ya que es la primera vez que voy a celebrar su cumpleaños y crear nuevas tradiciones para mi, los Boss nunca le damos importancia a estas fechas lo único que se hacía era una cena, sin pastel o velas y una joya de obsequio por parte de mi padre.