𝑳𝒂 𝑨𝒅𝒊𝒄𝒄𝒊ó𝒏 𝒅𝒆 𝑻𝒊𝒛𝒊𝒂𝒏𝒐 [Completa]✔️

Extra II

Danella.

Dos meses se cumplen desde que Maksym llegó aquí. Cuando Katharina me pidió el favor jamás me imaginé que sería ella misma quien le dispararía para sacarlo de Dusmurk. Su intención siempre fue clara: Quería darle una vida nueva a Maksym y que fuese libre de elegir lo que quería, siempre creyó que él no pertenecía al infierno y que él merecía más.

Lo más complicado de todo es explicarle a Adkin la manera que Katharina tiene de amar. Porque digan lo que digan y aunque ella misma no lo crea este acto que hizo fue por amor. No fue la mejor ya que dispararle a Maksym no debió ser fácil pero creo que fue la única manera pero la única que encontró para sacarlo del infierno.

Camino despacio hasta la habitación donde Maksym está y siento una opresión en el pecho al escucharlo gritar y llorar. Me quedo en mi lugar sin entrar con la espalda contra la pared escuchando al gemelo de mi marido conversar.

—En toda mi vida solo he recibido dos balas. Una en el brazo para protegerla y esta —La voz de Maksym está llena de dolor— ¿Sabes porque pudo dispararme? Porque la deje acercarse demasiado tanto que presiono el gatillo a centímetros de mi corazón. Pero cometió el mismo error de su hermano al no tener buena puntería y darme donde debía.

No puedo seguir sin hacer nada así que doy un paso adentro y habló interrumpiendolos:

—Ella no lo hizo por falta de puntería sino porque no quiso.

—Katharina Zakharova es capaz de engañar a quien sea, incluida tu. —me da una mirada inexpresiva.

—Katharina hizo esto por amor. —camino hasta quedar al lado de mi marido sujetando sus manos pero sin dejar de ver a su hermano. —Ella quiere que tengas otra vida, que seas feliz sin temor a que nadie te clave una bala en la cabeza.

—Ella lo hizo porque quiere el poder solo para ella. Esa mujer no conoce el amor, ni la compasión.

—Maksym yo hablé con ella, yo reconozco cuando una persona es sincera o no. Ella te ama y su manera de demostrarlo fue dejándote ir. Porque prefiero renunciar a ti con tal de que tengas la vida que mereces.

—¡¿Cuántos años crees que tengo para que me quieran arreglar la vida, Danella?! —sube la voz exasperado.

—¡Eres un idiota testarudo! Sea lo que sea que pienses y lo que pasó mi prima lo hizo por tu bien. —La sorpresa en su rostro al ver que Katharina me dijo que era hija de Bernard es notoria aun así continuo con mi regalo. —Ahora estás aquí y no te irás al menos hasta que te recuperes, tendrás que pasar por encima mío para salir de mi casa.

—¡No me retes! —advierte.

—Maksym hasta que no estés recuperado de aquí no sales. Mis dos mujeres no te van a dejar salir. —comenta mi esposo. —Recuerda que aquí no eres el mafioso que todos le temen sino el tío que mis hijos aman.

—La enfermera vendrá en minutos, descansa.

El rubio no habla ni nos mira. Sujeto la mano de mi marido y lo llevó afuera donde en el pasillo está la enfermera que envió Katharina cuando Maksym llegó. Le doy una mirada seria y le doy indicaciones de lo que sigue porque no exagero cuando digo que no lo dejaré ir. Se lo prometí a Katharina y al menos hasta que esté convaleciente.

—¿Estamos haciendo lo correcto? —pregunta Adkin abrazándome.

—Eso espero amor, al menos mientras está en esa cama lo que venga después será su decisión.

Asiente.

—Gracias por tanto amor. —une sus labios a los míos en un beso tierno.

Nuestro hijo aparece con un balón de fútbol en su mano jalando el pantalón de su padre para llamar nuestra atención.

—¿Papi jugamos? —pide con una sonrisa.

—El deber llama, bimba. —vuelve a besarme antes de salir corriendo con nuestro hijo hasta el jardín.

Sonrío y busco a mi pequeña por toda la casa. Suspiro cuando me doy cuenta cual es su lugar favorito desde que su tío está aquí. Me encamino al pasillo y chocó con la enfermera.

—¿Cómo lo ve?

—Perfecto. Como lo dijo mi reina su cuerpo no tiene nada y esta como nuevo si se siente agotado es por el tiempo que estuvo en cama.

—Comprendo.

—Debe tomar sus antibióticos como refuerzos de la cura que tiene en su sistema.

—Ok.

Continuó hasta el cuarto y como lo supuse mi hija está acosando a su tío. Camina hacia la cama y se sube como puede y lo pisotea hasta que llega cerca a su rostro y lo mira fijamente.

—Hola. —le dice seria.

—¿Qué quieres? —contesta el gruñon.

—Vine a cuidalte como sempe. —Lleva sus manos a las mejillas del hombre moviendo su cabeza de lado a lado revisando. Cubro mi boca para evitar reírme, vaya hija intensa la mía.

—¿Qué haces?

—Te cuido. —dice simple. —Dolmiste mucho ¿Polque?

—Por que si. —se tumba a su lado jalando su brazo para que la abrace. Juega con sus piernas en el aire mirándolo. —Y no se dice dolmiste se dice: Cuidarte, dormiste y Porque.

Ruedo los ojos es tan seco y frío para hablarle a mi bebé pero parece que a ella no le importa. Lleva sus manitas a su mentón frotando ligeramente como si estuviera procesando la información.

—Porque —repite despacio y asiento.

—Muy bien, niña

—Soy Danika no niña —Me regaña igualita a su madre. —¿Donde ta mi tía, la muñeca?

La incomodidad es notoria en la cara de Maksym pero lo disimula y vuelve a mirar a mi hija.

—Tengo sueño, vete con tu papá.

—Nop. Yo me quedo a cui..cuidarte, dormimos juntos, tío bello.

—¿Soy bello? —pregunta con seriedad.

Asiente soplando los cachetes. —Si. como mi papito y Alek. Ahora déjame dormir.

Se acuna en su pecho y no cierra los ojos hasta que ve que yo lo hago, Me sorprende demasiado que Maksym la rodee y la cubra con la manta cerrando los ojos dispuesto a dormir con mi hija. Quizá ahí está la respuesta que Katharina encontró cuando vino de visita: Mis hijos. Ellos quizá son el ancla que traerán a Maksym a la que debió ser su vida con su verdadera familia.