𝑳𝒂 𝑨𝒅𝒊𝒄𝒄𝒊ó𝒏 𝒅𝒆 𝑻𝒊𝒛𝒊𝒂𝒏𝒐 [Completa]✔️

Capitulo 03-Tiziano Boss

Abro la puerta y me lo encuentro con la camisa desordenada fuera del pantalón, su cabello castaño hecho un desorden, sonríe de lado y me mira achinando los ojos.

—Que sexy pijama. —ruedo los ojos.

—¿Qué haces aquí?

—Vine a verte bimba. Estaba con Selim bebiendo unos tragos y en mi cabeza solo había una cosa, tú.

—Estás actuando como un crío. Vete a tu casa.

Asiento.

—Ok, me voy...

Da dos pasos intentando alejarse y tropieza casi cayendo al suelo. Lo sujeto de la chaqueta y me acerco pasando su brazo por mi cuello, lo llevo adentro y cierro la puerta. Una vez en mi dormitorio lo acuesto sobre la cama, como puedo le quitó la chaqueta notando que la camisa está llena de sangre.

—¿De dónde vienes? ¿Por qué carajos estás lleno de sangre?

—Estaba peleando —contesta cubriéndose los ojos con el antebrazo—, es la única manera de olvidarte.

Le quitó la camisa y la sensación agria aparece en mi boca cuando veo su cuerpo lleno de hematomas y rasguños.

—Eres un idiota, creo que los golpes te han quitado inteligencia.

Camino al baño y tomo paños húmedos, alcohol, y un par de vendas. Regreso a su lado y dejó las cosas sobre la mesa de noche, tomó un par de paños húmedos y los dejó sobre sus abdominales los cuales están ahora aún mejor que antes. Pongo también en su abdomen aplicando pequeñas gotas de alcohol en ellas.

—¿Por qué me cuidas?

—Porque si no lo hago ensuciaras mi cama de sangre.

—¿Solo por eso?

Asiento.

Limpio sus heridas y quito su pantalón, la tentación al ver lo que hay bajo el boxer me enloquece. Respiro hondo y busco mi control como siempre, le arrojó la manta encima dejándola hasta el inicio de su cintura.

—¿Para evitar la tentación?

—-Si —respondo fría.— No te quites los paños de la herida te traeré un café.

—¿Sabes cocinar?

—No, así que te aguantas el café como salga.

—¿Es mi castigo? —susurra.

—Así es.

Salgo y busco la cafetera, es imposible encender esa máquina del diablo, enciendo la estufa y hiervo un poco de agua buscando el tarro de café instantáneo.

—Dos cucharadas de café y una de azúcar.

Habló bajo tratando de recordar como se hace un café negro, Chris me lo repite a diario y no logro aprender nunca. El agua comienza a hervir y hace un desastre en el cristal de la estufa, sirvo lo poco que queda en una taza y le agrego cuatro cucharadas de café, supongo que si esta fuerte le ayudará con a bajarle lo ebrio lo revuelvo y lo llevó a la habitación. Adkin se ha quedado dormido, lo observo desde la puerta

Su rostro sereno, su perfecto rostro con el que sueño cada noche desde hace dos años me causa nostalgia, nostalgia al pensar que mi hijo tuviera el rostro igual al de su padre, su cabello castaño y mis ojos verdes, limpio mis lagrimas y dejó la taza sobre la encimera apagando la luz, mi teléfono vibra sobre la mesa de noche me acerco y lo tomo

—¿Hola?

» Mi diosa ¿Cómo estas?

—Bien David ¿Y tú?