-Stefan el saber que voy a conocer a tu papá me toma por sorpresa.
- perdón, no haber podido presentártelo antes, ha estado algo ocupado, y no te preocupes, no tienes que preparar la cena, podemos ir a un restaurante. - me mira y sonríe
- pero si ella es la que va a conocer a tu papá, debería ser educada y permitir que la cena sea en su casa.
Tengo unas ganas de tomar el vaso que está frente a mí y lanzarlo en su cara, para ver si un poquito de agua la baja de esa nube en la que está, creyéndose mejor que todos.
-mamá basta ya- Stefan sube un poco su voz
La mirada de su madre se llena de ira al escuchar a Stefan.
-parece que tú no sabes las consecuencias de desobedecer a tus padres, ¿quieres que te las muestre?
Stefan golpea la mesa en la que estamos sentados.
- ¡MAMÁ! - Stefan grita con rabia.
La cara de la mamá de Stefan está completamente pálida.
Por fin alguien consigue ponerla en su sitio, y aunque la idea de que Stefan calle a su madre me agrada, la situación se está volviendo muy incómoda tanto para mí como para las personas que se encuentran en la cafetería, tomo a Stefan del brazo y lo freno e intento calmarlo.
-está bien no hay problema, mi madre estará encantada de cenar con ustedes en mi casa, los espero después de las 6.
Stefan parece calmarse después de verme hablar con tranquilidad.
-ya es hora de que nos vayamos – dice la madre de Stefan
- puedes seguir tu sola, yo me encargaré de dejar a Camila en la puerta de su casa.
La madre de Stefan parece aún más molesta, nos levantamos todos de la mesa y nos dirigimos a la puerta del restaurante. Stefan se hace cerca de la carretera esperando coger un taxi para su madre.
-parece que tampoco puede llegar a casa sola, y por lo que vi hace un momento en la cafetería no sé qué clase de hechizo le lanzo a mi hijo para que se atreva a gritarle a su madre. - me mira con desprecio.
Pero qué horror esta mujer no deja de sorprenderme y cada vez me produce más fastidio su presencia.
Stefan logre conseguir el taxi y abre la puerta para que su madre entre.
Su madre estaba a punto de subir al taxi cuando la maldad se apoderó de mi ser, la tomo del brazo antes de que pueda subir.
-no pude responder la pregunta que me hizo cuando llegue suegra, sí... está en todo lo correcto, mi madre dijo que era malo escuchar conversaciones ajenas, pero como ve, no le hago demasiado caso. - hago una pequeña risa amable e inocente y me acerco a su oído.
- y estoy convirtiendo a su hijo para que será como yo. - le susurro al oído
Con el brazo de la señora aun en mis manos la tomo y la subo al taxi y cierro rápidamente la puerta.
La mamá de Stefan tiene una cara de querer matarme, pero yo estoy satisfecha, por lo menos me he desahogado un poco. El taxi arranca y lo veo alejarse rápidamente.
Stefan me toma de la mano y comenzamos a caminar.
- ¿qué fue lo que le dijiste a mi mamá? – me mira de forma curiosa
- que me alegraba que una mujer como ella, era la abuela de mi bebe- una pequeña mentira no le hace mal a nadie ¿verdad?
Él ríe y me acerca a él para darme un beso en la cabeza.
-que mala mentirosa eres.
Después de un rato llegamos a mi casa, me despido de él y finalmente entro.
- ¡hija!, ¿cómo te fue? – escucho los pasos veloces de mi mamá bajando por las escaleras
- bien mamá, pero tenemos un problema, esta noche van a venir los papas de Stefan a la casa, porque quieren cenar. - mi cara toma una forma de fastidio
- ¿qué? ¿Stefan tiene papá? No había escuchado hablar de él, pero está bien, tienes que caerle bien a tus suegros, así que tendrás que ayudarme a cocinar.
- Mamá, todas las personas tienen papá, y no quiero ayudar a cocinar, estoy cansada y quiero dormir.
- ¡Camila! Son las 12 pm, te acabas de levantar hace 3 horas, así que nada de tener sueño se pone el delantal y a cocinar que la comida no se hace sola.
No puedo evitar soltar un sonido de fastidio de mi boca, aunque pensándolo bien era buena idea, así podía hacer que toda la cena fuera comida de mar y que la mama de Stefan no pudiera comer ni un solo bocado por engreída.
Tomo el delantal y me lo pongo, comenzamos a hacer la comida para la noche y arreglamos toda la casa para que se viera impecable para la noche.
Eran las 5 pm, la comida y la casa lucían excelente, mi madre y yo nos apuramos a arreglarnos.
Me metí a la ducha y sin prestarle atención a la hora comencé a cantar y bailar. Al cabo de un rato Salí de la ducha y comencé a arreglarme.
Tome un vestido que me llegaba debajo de las rodillas, manga larga de color vino tinto con un escote discreto y unos zapatos color plata.
Al revisar la hora ya eran las 6:30, la familia de Stefan no debía tardar en llegar.
Me dirigí a la sala y mi mamá ya estaba revisando el postre que habíamos dejado en el horno.
Al cabo de unos minutos tocaron la puerta, debo admitir que estoy nerviosa.
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¡El Jefe De Mi Papá!
RomanceQue les puedo decir, sus besos, sus caricias. Se ha abierto paso en mi corazón con solo su mirar, pero como evitarlo. Es que ¡Joder! El jefe de mi papá esta buenísimo.