Ya han pasado unas semanas y me siento muy bien, me siento tranquila, no he hablado con Alex y eso me alegra porque he sido fuerte.
Pero aun así necesito un descanso de tan agitadas semanas, un viaje me vendría de maravilla, sol, arena y unas buenas copas me sentarían bastante bien. No es muy complicada la decisión de mi viaje, Miami es definitivamente el lugar indicado.
Preparo mis maletas y me dirijo al aeropuerto, no puedo evitar pensar en Alex y en preguntarme si él me quiere o me ama, de su boca nunca han salido esas palabras, pero tal vez no lo sé, ninguno de los dos estábamos listos a tener una relación.
Al llegar al aeropuerto tomo el vuelo a Miami, estoy cansada y pensar que ninguno de los dos nunca dijo lo que sentía me agota aún más.
Al llegar al hotel dejo mis maletas y decido salir a visitar los lugares más turísticos de Miami, me encuentro con una gran galería de arte y una obra me llama la atención, es raro por qué provoca paz.
-es mi favorita.
Un hombre alto y castaño estaba detrás de mí apreciando la misma obra.
-refleja tranquilidad.
-lo sé, un gusto Stefan.
-Camila.
Vaya que era apuesto y su fascinación por el arte lo hacía ver bastante atractivo.
-te invito a tomar algo, que te parece.
-sería una encantadora idea.
-bien, a las 8 en la cafetería de la vuelta.
Se fue sin decir nada más, dejándome sola mientras apreciaba el arte.
Al llegar la hora de mi cita con el extraño hombre de la galería, llego al lugar acordado y él está sentado en una silla del exterior, se ve muy amable, su mirada se cruza con la mía y me lanza una sonrisa.
Después de un rato hablando, me parece alguien alegre y agradable, es una persona espectacular.
-oye tengo una reunión a la cual me gustaría invitarte, es una fiesta de blanco y quisiera que fueras mi acompañante.
-sería grandioso.
Aunque por mi cabeza si cruzaba la idea de que podía ser un secuestrador que quería matarme, pero no parecía mala persona, era muy lindo conmigo, y me quería llevar como su cita a una reunión.
Al terminar la noche él me lleva a mi hotel.
-fue una agradable noche.
-gracias por pasar un tiempo conmigo.
-tengo que descansar, espero que te divirtieras.
-me encanto estar contigo Camila.
Me planta un beso en la mejilla y se sube a su auto.
Es muy emocionante conocer a alguien tan lindo en mi primer día de viaje, me gusta su compañía.
.
.
Hoy es el día de la reunión con Stefan, estoy nerviosa por volverlo a ver. Mi celular sonó y es Stefan avisándome que ya está esperándome en la entrada de mi hotel.
Bajo rápidamente para poder verlo, me alegra conocer gente tan agradable.
-te vez preciosa, sube.
Al llegar al lugar, efectivamente todo era completamente blanco, parecía como si estuviera entrando al cielo.
-te traeré un trago, espérame aquí.
En este sitio había gente agradable, todo se acercaban a saludarme y me hablaban de ellos, era gente realmente poderosa en la sociedad.
El resto de la reunión fue bastante linda en compañía con Stefan, él siempre me alagaba y parecía que se sentía orgulloso de tenerme como su pareja.
-ven vamos al auto, te quiero llevar a un lugar.
Me tomo de mano y nos fuimos a la entrada en se fue a traer el carro mientras yo esperaba en la entrada.
-¿quién es él?
Mi cuerpo tiene esa sensación rara de volver a escuchar a alguien que extrañabas, pero que no querías escuchar
-Alex, pero... ¿qué haces aquí?.
-¿quién es él?
-no es algo que te importe.
-no te vayas con él.
-¿por qué?
En esos momentos recordé que nunca escuché que de su boca saliera algún sentimiento por mí.
-porque tú no quieres Camila, porque yo no quiero.
-no es suficiente.
-que quieres que diga.
- dos palabras, cinco letras.
-yo te...- se detuvo a mitad de frase.
-no puedes Alex, gracias por todo.
Me subo al auto dejándolo a él solo en la entrada del evento, solo quería que de su boca saliera que me amaba, pero parece que no soy suficiente para él.
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¡El Jefe De Mi Papá!
RomanceQue les puedo decir, sus besos, sus caricias. Se ha abierto paso en mi corazón con solo su mirar, pero como evitarlo. Es que ¡Joder! El jefe de mi papá esta buenísimo.