CAPITULO 25

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Este último tiempo fue difícil, la muerte de mi padre aún está muy presente, pero en mis planes no está quedarme toda la vida encerrada. La casa se siente muy vacía, mi nana se fue y al final quede sola.

Escucho como tocaban la puerta de mi casa, con muy pocos ánimos, bajo a abrir.

-hola linda. La mirada penetrante de Alex está fija en mí.

Yo le hago una seña con la mano para que pueda entrar.

-por qué no te vistes y desayunamos juntos.

Creo que Alex llegó en el momento indicado, no tenía interés de cocinar algo, y el hambre cada vez era más fuerte.

-me arreglo y vamos.

Subo rápidamente a mi habitación y Alex me sigue, veo como se lanza a la cama y pone las manos en su cabeza mientras mira como me retiró la ropa. Entro al baño, y me comienzo a bañar.

Al salir me doy cuenta de que Alex no está en la habitación, solo veo su celular tirado en la cama, escuchó cómo se llena de mensajes y comienza a sonar repetidas veces, debo admitir que una parte de mí siente curiosidad por saber quién le escribe. Pero al final solo lo ignoraré.

Escucho como Alex va subiendo las escaleras, y abre la puerta, yo solo disimulo y me siento a peinarme el cabello.

-Alex, tu celular sonó.

Alex se acerca a la cama y toma el celular, su piel se pone pálida y ojos se abren como platos, notó su incomodidad.

-¿quién era?

-no, eh, no nadie.

Se me hace extraño verlo así de esa forma, y ahora me entra aún más curiosidad de saber de quién se trata.

Después de un rato tomamos paso a una cafetería cerca de mi casa, Alex pone su celular en la mesa, y nuevamente comienza a sonar y ser bombardeado de mensajes.

-¿no vas a contestar?

-no es nada importante

Diablos, quién es esa persona que insiste tanto, desde pequeña he tenido niveles extremos de curiosidad, y esto me está matando, pero tal vez solo estoy exagerando, tal vez solo es alguien de su trabajo, espero que sea así.

-¿qué les puedo servir?

-dame un café grande, con unos huevos, ¿y tú Camila?

-¿ehhh?- estoy demasiado distraída, Ni siquiera había notado la presencia de la camarera

-¿qué quieres comer?

-lo mismo que pediste tú.

La verdad no sé qué pidió él, tengo la cabeza en otro lugar, bueno, más bien en los mensajes y las llamabas. Y comienza de nuevo, otra vez las llamadas continuas y los mensajes, esto me está comenzando a molestar, Alex toma el celular y lo apaga.

.

.

Después de comer nos fuimos a casa de Alex, ya estoy más relajada después de que Alex apagara el celular.

Al llegar a su casa, Alex sube a su habitación para cambiarse, y mientras yo me quedo sentada. La puerta comienza a sonar, al ver que Alex no baja decido abrir yo.

Una mujer morena con ojos claros me mira de arriba abajo con desprecio, su cara tiene una expresión de asco al mirarme

-tú debes ser la sirvienta, ¿busco a Alex dónde está?

¡Sirvienta!, pero está que se cree y que hace buscando a Alex, antes de que pudiera decir algo, me empuja la mano y entra a la casa.

Escucho como Alex va bajando las escaleras, la mirada de Alex se torna confundida, y la morena corre y lo abraza.

-¡Alex!, por qué no contestabas mi llamabas cariño.

-Blair.

-esta vez vine a quedarme para siempre.

¡El Jefe De Mi Papá!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora