-¡Señor suelte el arma ahora!
El sonido aturdidor del disparo se escucha en mi oído
-¡Alex despierta!, ¡Abre los ojos!
..
Me levanto de golpe de la cama, mi cuerpo está envuelto en sudor, las lágrimas no paran de salir de mis ojos, esas imágenes en mi cabeza me han estado atormentando por meses, cómo hago que esto se detenga, yo solo quiero que esto se detenga.
Mis ojos se dirigen inmediatamente al espacio vacío junto a mí que hay en la cama.
-No, no puede ser, Alex no está muerto - Mi garganta está hecho un nudo, mi vista nublada por las lágrimas, por qué mis pies no me responden
me levanto con dificultad de la cama, y corro hacia las escaleras, esta soledad que me cubre entera, me va a matar. Pongo mi mirada en los alrededores de la sala, pero no veo rastro de alguien.
-Al-lex... Alex, no
Y aquí viene de nuevo, el sonido que constantemente retumba en mis oídos, el disparo.
Mis piernas fallan nuevamente y caigo al piso, ese sonido no se detiene
-¡Basta, basta, basta!- pongo mis manos alrededor de mis oídos para intentar taparlos-! Por qué no se callan, por qué no se detienen!- comienzo a golpear mi cabeza fuertemente con mis manos - ¡Alex por favor vuelve a mí!
-Está bien, está bien, aquí estoy, Camila mírame- Las manos de Alex tomaron mi rostro obligándome a que lo mire
me tiro hacia él para abrazarlo
-Pensé que te había pasado algo- los sollozos no dejan de escucharse por toda la sala
Alex me levanta del suelo, me carga como princesa y me lleva hasta el sofá. Alex seguía abrazándome, hasta que después de unos minutos logré calmarme por completo, mi ánimo pasó de estar asustada a enojada
-¿Dónde carajo estabas?- con mi puño cerrado golpeó su pecho tres veces, Alex toma mi mano para detener mi acción y con la otra da suaves caricias a mi mejilla
-Amor lo siento, salí a llamar al doctor, estabas demasiado caliente, tenía miedo que tuvieras fiebre- envuelve mi cuerpo en un acogedor abrazo - no lo vuelvo a hacer, ¿me perdonas?
-No
Me levanto del sofá y salgo corriendo hasta la habitación, puedo escuchar los pasos de Alex siguiéndome por detrás. Al llegar a la habitación, me tiré a la cama y me tapé rápidamente con la sábana, cubriendo mi rostro.
El peso de Alex se hace notorio al otro lado de la cama
-Amor ya te dije que lo siento, ven aquí
Alex me obliga a destaparme y me acerca con fuerza a su pecho
-No quiero, déjame
-Qué puedo hacer para que me perdones?-los ojos de Alex me miran de manera triste, mientras que con su boca hace un puchero fingido
No puedo evitar sonreír ante las expresiones que me hace, con mis dientes muerdo con delicadeza mi labio mientras me voy acercando a su oído
-Ya sabes lo que quiero - comienzo a dejar pequeños besos en su cuello
-Camila no- Alex se aleja un poco para detener lo que estaba haciendo
-Por favor- Ahora era mi cara la que tenía un puchero, la carcajada de Alex no se hace esperar.
-No, aunque me hagas caras, no vas a conseguirlo
-Alex...-mi voz suena de manera aniñada, en un rápido movimiento me subo arriba de él
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¡El Jefe De Mi Papá!
RomanceQue les puedo decir, sus besos, sus caricias. Se ha abierto paso en mi corazón con solo su mirar, pero como evitarlo. Es que ¡Joder! El jefe de mi papá esta buenísimo.