¡El Jefe De Mi Papá!

CAPITULO 47

-¡mamá!, ¡mamá!

Grito fuerte para hacer que mi madre llegue y me explique lo que está pasando.

-Camila hija, lo siento, es que yo no supe qué hacer.

-¿y por eso tenías que contárselo?, creo yo que esa era mi obligación, no la tuya.

Siento como mi cara se va calentando cada vez más por la rabia, yo era la persona que tenía que hablar con él, no mi madre, y por toda esta rabia que estaba sintiendo por poco se me olvida la persona que estaba en la puerta, esperando que yo hablara.

En eso escucho la voz fuerte parada en la puerta, él está esperando una respuesta.

-Camila, pues creo que merezco saber si el hijo que esperas puede ser mío.

Volteo mi cara hacia él, siento como poco a poco el aire se me está yendo, y mi rabia se convierte en miedo, pero tengo que darle una respuesta.

-Alex... yo no sé qué decirte.

Escucho como mi voz se comienza a quebrar tras decirle esas palabras a Alex, pero su rostro sigue serio, no tiene expresión alguna, no puedo descifrar nada de lo que está pasando por su cabeza.

-¿cuándo pensabas decirme lo que estaba pasando?

-yo...

Alex me interrumpe y continúa hablando.

-te alejas de mí y yo intento buscarte y cuando por fin logro saber algo de ti, me entero de que esperas un hijo mío.

-no tenías por qué enterarte de esa manera, o al menos no hasta que supiera si tú eras el padre.

-¿y si lo fuera? ¿Y yo fuera el padre de ese bebe?, ¿me hubieras dicho?

Agacho mi cabeza al oír eso, y sabía la respuesta a lo que Alex preguntaba, pero tenía que alejarlo de mí, una parte de mí pensaba que él no era bueno para mí, ni para él bebe.

-solo aléjate Alex, así sea tuyo, yo seguiré mi boda con Stefan.

La cara de Alex cambia, me mira decepcionado, da media vuelta y se dirige a su auto, pero en eso se detiene un segundo y se voltea, me mira y rápido vuelve hacia donde estoy, quedando a una corta distancia de mi cara.

-sabes que, no, no acepto lo que dices, no me voy a alejar de ti y mucho menos de ese bebe, me canse de estarme alejando, y esta vez no voy a hacer lo que te parezca a ti, voy a hacer lo que yo creo mejor.

Su voz se vuelve fuerte y dominante y su mirada está firmemente puesta en mí, pero igual que él me pongo firme.

-pero la decisión es mía Alex, y te pido que la respetes, así que adiós.

Siento como el corazón se me parte en dos al decir eso, porque en realidad lo quería junto a mí.

Salgo de la casa y corro hacia el auto de mi madre, por qué saber quién era el padre de este bebe me estaba comiendo la cabeza.

Comienzo a conducir y veo que Alex me está siguiendo en su auto, y cuando por fin logro perderlo, me dirijo al hospital, siento como las manos me sudan y el volante ya se siente resbaladizo.

Llego al lugar y me bajo del auto y entro al lugar en donde se encuentra mi médico, mi celular no deja de sonar.

Me quedo esperando y por fin logran atenderme y al igual que los resultados para saber si estaba embarazada salieron rápido, estos salieron igual.

Y ya con el sobre en mis manos y mi celular con un montón de llamadas de pérdidas de Alex, tengo que tener valentía para abrir el sobre, tomo el sobre y lo abro.