CAPITULO 32

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Me visto para el funeral de la madre de Alex, solo espero que Alex esté allí, porque no me voy a rendir tan fácil con él, no estoy lista para dejarlo irse por el abismo.

Me dirijo al lugar del entierro y tomo asiento en uno de los lugares de atrás, intento buscar a Alex con la mirada, pero no veo señal alguna de él.

Diferentes personas comienzan a decir palabras acerca de la madre de Alex, esto se está alargando demasiado y ya ha pasado demasiado tiempo y no veo señal de a Alex y esto me está preocupando demasiado, temo que algo le pueda pasar.

Salgo de lugar e intento llamar un taxi, pero ninguno me para, veo como una mujer logra detener un taxi, tengo que ver a Alex, así que empujo a la mujer y me subo al taxi, el hombre de auto parece algo sorprendido por mi acción, pero eso no es algo que me importe en este momento, le doy las indicaciones al hombre para poder llegar a casa de Alex, tengo que saber qué está sucediendo con él, y por qué no llego al funeral.

-¿qué está sucediendo aquí?.

Me bajo de auto y un montón de guardias están fuera de la casa de Alex intentando abrirla

-el señor Fernández lleva encerrado horas sin dar señal alguna, no único que logramos oír son golpes y vidrios quebrándose.

Siento como mi cara se pone pálida y el aire comienza faltarme, tengo que encontrar la manera de entrar.

Corro hacia la parte de atrás de la casa y logro ver una ventana cercana, intento colgarme de unas rejas para poder subir, pero me caigo, pero no me puedo rendir, Alex puede estar corriendo peligro.

Salto una vez más y por fin logro agarrarme comienzo a subir cada vez más, tengo demasiado miedo, esto está muy alto.

Al llegar a la ventana busco la manera de poder romperla, intento agarrarme con mis piernas lo más duro posible de la reja, tomo mis dos manos y rasgo mi vestido para poder cubrir mi mano, tengo que tomar impulso y romper este vidrio, alejo mi mano y la empujo con fuerza hacia el vidrio, logro romperlo e intento quebrarlo bien para poder entrar.

Salto adentro de la casa, y aunque aún estoy temblando, por fin logre entrar.

-¡Alex!, ¡Alex!

Comienzo a buscar por toda la casa, pero no veo señal alguna de Alex

Me apresuro a correr a la azotea, al llegar, la puerta está cerrada, tengo que intentar empujarla, tomo impulso y golpeo la puerta con mi cuerpo, pero parece no funcionar, así que lo hago una vez más, y la puerta se abre de golpe.

Veo a Alex en la orilla de la azotea caminado, como si estuviera haciendo equilibrio

-Alex detente.

¡El Jefe De Mi Papá!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora