El comienzo de algo

Capítulo 30

Me desperté con la luz del sol que pasaba por las ventanas entreabiertas, poco a poco me fuí despertando. Miré el móvil, en cuento ví un mensaje me puse nerviosa. Seguro que David me habóa respondido al mensaje de ayer. En efecto, era de el.

- Elena me hubiese gustado que me lo hubieses dicho antes. Me has demostrado que de verdad te importo pero no me quito de la cabeza que James tambien te gusta. Te tenías que haber sincerado conmigo antes, tu me gustas y quiero estar contigo. Si de verdad quieres tiempo te lo daré. Solo quiero decirte que voy a estar ahí siempre. Te quiero Elena.

Al terminar de leer el mensaje me quedé fatal, se notaba que el me quería de verdad. Me sentía muy mal por David. El estaba ahí cuando le necesitaba y yo le había mentido. Tenía que haber sido sincera con el, explicarle mis sentimientos y dejarle las cosas claras. Aunque es mejor tarde que nunca. Había tardado en decirle la verdad pero era mejor asi. Segun parecía las cosas iban a cambiar.

Sabía que David ya no iba a estar igual con James. Eran muy buenos amigos y yo lo había fastidiado todo. Yo había arruinado su amistad.

Me levanté de la cama, tenía que hacer cosas. Despues de desayunar y vestirme llamé a Clare. Necesitaba verla, no quería ir a su casa, sabía que David estaria allí.

Clare y yo quedamos en el parque que había enfrente de mi casa. No le había dicho nada de los mensajes. Ella se lo tomó bien, me dijo que era lo correcto.

Clare era una buena amiga, era sincera y siempre estaba cuando la necesitaba. Estuvimos hablando un buen rato hasta que llegó la hora de irnos a casa. Ella me dió ánimos aunque tambien me dijo que tenía que haber sido sincera. Estaba de acuerdo con ella pero ya le había contado la verdad a David y ahora tocaba hacer lo que de verdad quería.

Volví a mi casa contenta, mi padre se había ido a trabajar y yo comí con Jane. Parecía que con ella podía sincerarme y tener confianza entonces le conté todo.

Despues de hablar con ella me subí a mi habitación. Pensando en lo que había hablado con Jena me vino a la mente algo que me había dicho. "Sigue a tu corazón, el nunca te fallará. El que de verdad te hace daño es el chico que no te valora como eres". Me había dado un buen consejo y lo iba a seguir.

Despues de terminar de hacer los deberes y los numerosos trabajos que me habían mandado me puse a leer. Mientras estaba leyendo se me ocurrió lo que tenía que hacer.

Me vestí, cogí las llaves, el móvil y salí de casa. Tenía claro lo que de verdad quería hacer, me había costado mucho decidirme pero por fin lo veía claro. Sabía que hacer y de hecho, lo estaba haciendo.

En la calle iba caminando deprisa mientras escuchaba mísica. Cuando llegué a su casa toque al timbre, esperando impacientemente a que me abriese la puerta.

Despues de esperar un rato por fin me abrió la puerta. Ahí estaba el chico que esperaba que me hiciera feliz. Se le veía triste pero yo iba a hacer que se alegrase.

ESPERO QUE OS GUSTE!