Capítulo 45

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Ya quedaban pocos días para irnos de viaje. Mi padre estaba continuamente repitiéndome que tuviese cuidado y que le llamase todos los días, Jane algunas veces intervenía y le decía que se calmase, eso era de gran ayuda.

A Clare le daba pena que nos fuéramos pero solo iban a ser dos semanas y en seguida volveríamos. Con el parto estaba bastante deprimida pero Josh le ayudaba y hacía que se riera. Cuando me dijo que estaba embarazada me quedé un poco apenada por ella, iba a tirar su vida a la basura pero luego comprendí que ella nunca haría eso. Los estudios se la daban bien y podía perfectamente con el bebe y con los estudios. Josh en septiembre iría a la Universidad pero aun así iba a estar con ella. Ya que ella no podía estudiar, el si podía y no había ningún problema con ello. Sus padres estaban bien pero se les notaba que estaban un poco decepcionados, todos los padres quieren lo mejor para los padres y en algunas veces los hijos los decepcionamos sin querer pero aun así ellos estaban a su lado dándola ánimos y por supuesto la iban a ayudar económicamente.

Yo ya había decidido lo que quería estudiar. Quería estudiar criminología, me encantaba esos temas. Me había costado mucho decidirme pero al final había optado por esa carrera. Lo peor de crecer es que tienes que tomar decisiones que no siempre son las correctas y algunas veces no tienen solución. Mi padre me había dicho que podía elegir policía, como el pero sinceramente ser policía no me llamaba mucho y encima no quería tener enchufe. Josh quería estudiar la carrera de medicina, nuestras carreras eran distintas pero eso no nos iba a separar, de momento.

Y después de las ansias para que llegase este día, por fin llegó. Ya era 21 y tocaba preparar la maleta. Como eran dos semanas tenía que llevar mucha ropa y sobre todo yo que siempre llevaba la maleta llena y a la hora de cerrarla eso era un infierno. Jane me había ayudado a prepararla, Clare ese día se encontraba tan cansada que prefirió quedarse en casa, ya me despediría de ella antes de irme. James ya había preparado su maleta, lo mejor de los chicos es que la mayoría con un poco de ropa ya se apañan. Esa noche no dormí mucho de los nervios que tenía, me tenía que levantar a las cuatro y media para estar a las seis lista. Yo era de las típicas que se tomaban su tiempo para prepararse, encima cuando me iba de viaje. Con James había quedado al lado de su casa a las seis, antes de irnos nos pasaríamos a casa de Clare para despedirnos y también de Josh.

Mi padre y Jane me ayudaron y acompañaron hasta donde había quedado con James. Ya eran las seis y estábamos listos para irnos a casa de Clare, nos despedimos de ellos y a las seis y media ya estábamos preparados para irnos al aeropuerto. Nos tocaba casi dos horas de espera en el aeropuerto, tenias que estar por lo menos una hora antes.

La espera se nos hizo larga pero al final llego la hora de embarcar. Definitivamente nos íbamos de viaje y los dos solos.

El viaje se nos hizo un poco largo pero escuchando música y hablando con el en seguida se pasaba el tiempo. Había volado pocas veces pero me encanta, me gustaba mucho la sensación que sentías cuando despegabas y cuando aterrizabas. A James le daba un poco de cosa y a la hora de aterrizar me cogió la mano, me gustaba que hiciera eso, esas cosas demostraban que no era de piedra y que tenia su lado tierno.

Después de varias horas en el avión llegamos, cuando recogimos las maletas buscamos un taxi que nos llevara hasta el hotel.
Lo que mas me gustaba de Grecia eran esas casas blancas y preciosas que tenían.

Nos atendieron muy bien y el hotel no estaba nada mal. La habitación era enorme y era muy bonita, la cama era muy grande, el baño muy limpio y unas vistas increíbles al mar. Iba a ser genial.

Teníamos que llamar a nuestras familias para decirles que habíamos llegado. Mi padre se quedo mas tranquilo al saber que habíamos llegado bien. Lo malo es que llegamos por la tarde noche y no podíamos aprovechar el día.

Colocamos la ropa en los armarios, nos arreglamos y fuimos a cenar a un restaurante. Se veía que la comida estaba buena, estábamos tan hambrientos que en cuanto vimos un restaurante nos metimos en el.

Cuando terminamos de cenar nos fuimos directos al hotel. Estábamos cansados y teníamos ganas de pillar la cama para dormir. Había sido un día muy largo y teníamos que descansar. No teníamos hora para despertarnos, para eso estábamos de vacaciones. Todavía nos quedaba dos semanas para aprovechar y hacer turismo.

El comienzo de algoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora