El comienzo de algo

Capítulo 38

James era muy bueno conmigo y me lo demostraba siempre, con cada gesto o palabra.
En cuanto me dijo esa frase me quedé dormida, estaba super cansada, ya hablariamos por la mañana.

A las ocho sonó el despertador, indicandonos que nos teníamos que vestir rápidamente si queríamos desayunar en el hotel. Odio lo horarios que ponen, te tienes que levantar pronto o te quedas sin desayunar.

Cuando me estaba despertanto oí la ducha, seguramente James se estuviera duchando. En cuanto terminase el me meteria yo.

Cuando estaba preparando las cosas la puerta del baño se abrió y no era James si no Clare.
James se había levantado pronto y había ido a la habitación de ellos para prepararse para el desayuno. La verdad es que me molestaba un poco porque me hubiese gustado el levantarme con el a mi lado. Sabía que James quería avanzar en nuestra relación pero yo no me veía capaz. Si era virgen y todavia no estaba preparada para dar el paso.

Rápidamente nos vestimos y nos fuimos a desayunar. Los chicos ya estaban en una mesa con el desayuno. James estaba un poco serio conmigo, tenía que hablar con el. Yo no le había dicho que era virgen porque me daba vergüenza.
Durante el desayuno no hablamos mucho.

Cuando Josh acompañó a Clare a la habitación para coger sus cosas yo aproveché a hablar con James para aclarar las cosas.

- Sé que estas molesto conmigo y me gustaría aclarar las cosas.
- Tranquila Elena, no estoy enfadado contigo. Solo quiero saber si de verdad sientes algo por mi. Lo único que me importa es que seas feliz y estes agusto conmigo.
- Pues claro que soy feliz, tú me haces feliz. Lo único es que... veras... soy virgen. No te lo he dicho antes porque me daba vergüenza.
- Elena a mi eso no me importa. Puedo esperar todo lo que quieras. Solo quiero asegurarme de que tu sientes lo mismo que yo.
- Claro que lo siento. Si no te lo he dicho antes ha sido por miedo pero que sepas que yo estoy contigo.
- He estado con chicas antes que tu pero tú para mi eres la mejor. La que me hace sonreir.
- Te quiero James...
- Y yo a ti preciosa.

Despues de esa conversación James y yo estuvimos más unidos. Nos habíamos sincerado el uno con el otro, me había quitado un peso de encima al decirle la verdad.
Toda la mañana estuvimos visitando Roma, fuimos al Coliseo, a unas cuantas iglesias y a las catacumbas. En este ultimo sitio lo había pasado un poco mal porque era muy cagada y enseguida tenía miedo pero luego me gustó.

Por la tarde iriamos a dar un paseo tranquilamente. Nos había gustado la plaza Navona y queríamos volver. Era preciosa y tambien allí vendian unos helados maravillosos.

David tambien había ido a Roma pero el estaba con Jessica y parecia que pasaba de nosotros. Habíamos ido allí para estar juntos y pasarnoslo genial pero si el preferia estar a solas con ella estaba en su derecho. Que luego no viniese con nosotros porque yo le iba ignorar.

La tarde fue genial, a parte de estar en la plaza Navona tambien fuimos a visitar la plaza de España. Me gustaba mucho los sitios, eran impresionantes.
Desde luego lo que más me había gustado había sido la Fontana di Trevi. Me parecía muy bonita y una grandiosa obra.

La verdad es que me lo estaba pasando muy bien en Roma y encima estaba con amigos y con magnifico novio.