cap. 33 TETSU

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* POV KAGOME*

No sabía dónde me encontraba pero podía sentir un peso encima de mi pecho, podía escuchar su voz a la distancia qué me llamaba, Me pedía que me quedara, que Tetsu se quedara. Me daba tanto remordimiento hacerlo pasar por esto, pero sabía que era necesario, ahora comprendía todo.

Inuyasha y Kikyo me habían explicado lo que sucedía con las mujeres que daban a luz a hijos de demonios. En la mayoría de los casos, ellas no salían con vida. Me preocupaba dejar a Tetsu solo en este mundo, pensaba que sesshomaru no lo querría porque sería un híbrido, así que durante el tiempo que me quedaba de embarazo habíamos decidió investigar, Sango había hecho algunos viajes en secreto a la cueva donde se había formado la perla de Shikon, ahí se encontraban algunos pergaminos que tal vez pudieran servir. Kikyo tenía experiencia en poner almas en otro cuerpo y como tomarlas. Era la única opción, sabía que sesshomaru vendría al darse cuenta de que la barrera que había estado desaparecía y que se llevaría a Tetsu porque creería que me hacía mal.

Su madre, la InuKimi Irasue, había venido un par de días antes, había hablado sobre que ella podría traernos de vuelta con el colgante que le había dejado el señor Inu no Taisho, no estaba del todo segura de qué sucedería, pero estaba segura que Sesshomaru aprendería una gran lección.
Incluso Totosai decía que era necesario que Él pareciera está perdida. Tenía que confiar en que todos harían lo que se necesitaba.

Inuyasha, Miroku y la anciana Kaede no debian saberlo, aunque dudaba que ellas no le contaran a los muchachos. Shippo, Rin y Jaken se encontraban con la señora Irasue. Era mejor que no estuvieran aquí.

- Kagome, no tienes idea de cuánto te esperaba, durante siglos estuve esperando por tí, por favor vuelve.
Quería volver, deseaba volver, pero no podía, no aún.

Mire al pequeño que estaba en mis brazos, había cambiado un poco

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Mire al pequeño que estaba en mis brazos, había cambiado un poco. Se veía un poco más grande, su cabello negro había desaparecido y ahora llevaba una melena blanca, sus mejillas y su frente llevaban las mismas marcas que Él, dejando claramente al descubierto quien era su padre.

- Juro, que los haré felices a los dos, no necesito un imperio de poder si no los tengo a mi lado.

Mi corazón se rompía al escucharlo, realmente quería creerle, sabía que su motivo para su actuar había sido un instinto al saberme en peligro, pero hubiera deseado que me dijera, que lo compartiera, que hubiera confiado en mi.

Abracé a Tetsu con más fuerza. Él era la presentación del amor que Sesshomaru y yo nos teníamos. Estaba segura de que mi madre lo amaría y mi familia estaría feliz.

Tetsu.

Mi pequeño gran valiente, mi pequeño todo. Durante el tiempo que co-existimos en el mismo cuerpo ambos tratamos de no dañarnos, de no lastimar nuestro espíritu, había Sido un niño muy valiente. Sabía que tenía conciencia y que desarrollaba más rápido que un bebé normal, sabía que él me amaba y sabía que yo lo amaba.

Ahora comprendía las visiones, era de mi, de mi familia con Sesshomaru, de nuestra vida juntos.

- Miko - alguien me llamaba - Miko, has estado en el limbo por dos días.

- ¿Dos días? - eso parecía imposible - eso no puede ser.

- El flujo del tiempo en el mundo de los muertos es diferente, es hora de volver.

Eso explicaba porque había dejado de por su voz.

- Están por perder la razón, Yako incluso a cedido ante el dolor. Debes volver.

Quería hacerlo, pero no podía, sentía que no encontraba el lugar a donde ir.

- Mi cuerpo, el cuerpo de Tetsu...
- Él se los ha llevado, debes encontrarlo.
Dejé vagar mi mente hasta encontrar la de Él, se encontraba en un lago. Podía verlo como si estuviera frente a mi, pero Él no podía verme.

- Kagome, Tetsu, Yako, perdónenme por favor, fui demasiado egoista - decía en un susurró.

 En el lago podía verse reflejado la figura de un gran perro

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En el lago podía verse reflejado la figura de un gran perro. Detrás de sesshomaru se encontraba mi cuerpo acostado y en mi pecho se encontraba mi pequeño Tetsu.

- Nada es más importante que la vida de ustedes - dijo mientras sacaba su espada de su cinto.No podía hacerlo.

Y entonces sentí un jalón.

- Se-ssho-maru - pronuncié su nombre ladeando mi rostro para verlo. Lo ví soltar la espada y mirar con ojos abiertos hacia mí dirección y en menos de un segundo estaba tomándome en brazos, tomando a Tetsu que empezaba a llorar.

- Te amo Kagome.

Decía mientras nos abrazaba. Me soltó y me senté sobre mis piernas con Tetsu en ellas, mientras sesshomaru unía su nariz a la del pequeño y lo miraba con ternura.
Yo no podía ser más feliz, hasta que lo escuché hablar de nuevo.

Yo no podía ser más feliz, hasta que lo escuché hablar de nuevo

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- Te amo, Tetsu.

Ojos color ámbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora