Cap. 4 "NOS ENCONTRAMOS DE NUEVO "

490 55 11
                                    

La historia es de mi autoria

Los personajes pertenecen a ©️Rumiko Takahashi

*Pov Kagome*

Habían pasado demasiados días, 13 días en realidad.
Apesar de que se suponía que él era el malo, no podía dejar de pensar en sus ojos, eran tan hermosos.
Cada vez que intentaba descansar, esa mirada se había presente, tan triste, tan llena de dolor.

No sé realmente qué signifique esa espada para él, pero sabía que debía ser importante.
El recuerdo de su rostro al mirar una espada que no podía tocar me torturaba...

Durante estos días hemos ido haciendo amigos en el camino; el primero fue Shippo, un pequeño kitsune, un zorrito mágico, el cual había quedado huérfano después de unos hermanos dementes en busca de los fragmentos asesinaran a su padre.

Eso me lleva a pensar en la gran responsabilidad que implica reunir estos fragmentos, sigo sin entender porque esa perla me eligió a mi, ¿Qué tengo de especial? Ni siquiera sé disparar adecuadamente una flecha.

Me había enterado que la perla podía incrementar los poderes de los demonios y que dependía del corazón de su portador. Había que recolectar todos y cada uno de los fragmentos, o causarían graves problemas.
Sin embargo, no eramos los únicos que los buscaban, un ser despreciable, Naraku, quien había asesinado al gran amor de Inuyasha, kikyo, estaba detrás de los fragmentos para poder ser el demonio más poderoso.

Durante nuestro viaje también conocimos a un monje pervertido, el cuál había sufrido una maldición, que remotaba de años atrás, a manos de Naraku. El monje Miriku es una persona tan... peculiar, pudiéramos llamarlo de ese modo, tiene un agujero negro que absorbe todo lo que tuviera enfrente, TODO. Aún me da escalofríos pensar que pudo haberme tragado durante el enfrentamiento con Inuyasha.

En todos estos 13 días, luchamos contra algunos monstruos, recolectamos algunos fragmentos, volvimos a ver a kikyo que había sido resucitada por una bruja para que le recolectara los fragmentos, grave error.
Kikyo y yo nos parecemos en algunas cosas, nos han dicho que yo soy su reencarnación, es un tanto extraño.
Inuyasha siempre está triste, me han contado lo que sucedió y naraku de verdad es un ser despreciable.
Vaya que han pasado demasiadas cosas, pero sobre todo, había pensado demasiado en él.

¿Como seguía su brazo?
¿Seguirá vivo?

Inuyasha me ha contado que es su hermano por parte de su padre, a diferencia de él, Sesshomaru es un demonio completo. Me hubiera gustado saber más, pero no quiero presionar a Inuyasha a hablar de eso.
La relación que tenemos es muy buena, no romántica, sino como buenos amigos, aunque algunas veces me desespera.

Nos encontrábamos comiendo cuando apareció de nuevo, justo como lo habíamos conocido.
Al hombro de un ogro.

No pude evitar mirarlo. Deseaba verlo.

"¿Pero qué rayos estoy diciendo?, ni siquiera nos conocemos, lo he visto una veces y ha intentado matarnos."

Al menos se encontraba bien.

⚫⚪⚫⚪⚫⚪⚫⚪⚫⚪⚫⚪

*Pov Sesshomaru*

- Maldito Inuyasha- exclamé.
"¿Cómo se atrevía a dañarme? ¿Acaso no era yo el demonio más fuerte del Sengoku?"
Todo era culpa de esa joven, me distraía y me volvía impulsivo al pelear. No sé qué me sucede con ella, pero detesto esta sensación.
Había conseguido un brazo de Dragón y me dispuse a probarlo contra los soldados, fue tan aburrido, y el brazo a pesar de que era uno poderoso no era suficiente.

Ojos color ámbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora