Ojos color ámbar

cap. 54 "TE RECUERDO"

*POV BANKOTSU*

- ¿Están listos? – pregunté.

Ahí se encontraba aquel lugar, podía sentir el leve poder de Banryu.

"Son unos malditos, jamás olvidaré su traición"

- Hermano, no entiendo que es lo que buscamos en esta aldea – pregunto Renkotsu.

- ¿Acaso no lo recuerdas? El terrateniente de este lugar fue aquel que nos asesinó – respondió Jakotsu

- Así es, además aquí se encuentra mi Banryu, la necesito para acabar con la tarea que nos ha dado Naraku.

-¿Sí podemos confiar en él? – Preguntó Jakotsu mirándome – eres el único que lo ha visto hermano Bankotsu.

No estaba seguro de poder confiar en él por completo, pero si quería tener a aquella sacerdotisa debía de seguir sus órdenes, y luego, huiría con ella.

-Él es quien tiene nuestra vida en sus manos por este momento, si cumplimos esta tarea, nuestras vidas volverán a pertenecernos.

Ya estábamos cerca, podía ver cómo la gente correteaba de un lado a otro como pequeñas ratas, al parecer Kohaku había podido entregar bien la carta que había enviado.

-Vi parecer nos están esperando, eso es mejor.

- Ya saben que hacer, déjenme al terrateniente.

Había olvidado lo que se sentía ver toda esa destrucción, toda aquella sangre manchando el suelo por donde caminaba, parecía un río, un hermoso río de color rojo. Algo en mi mente daba un pequeño cosquilleo; de repente apareció su rostro, el rostro de ella, pero era diferente, el cabello era más largo, y ella aparentaba ser más madura; por lo que podía notar ella estaba cubierta de sangre.

-¡MALDITO! – Gritaba ella a la nada -¡ERES UN MALDITO YAKO!

¿Quién demonios era Yako?, me dolía verla así, cuando iba a acercarme me vi, pero no era yo realmente.

- No lo sé, pero ahora debemos levantarnos, somos los únicos que hemos quedado, debemos de seguir adelante. – decía aquel que se parecía a mí.

- ¿Los únicos? – decía ella mientras lo miraba con aquellos ojos azules, y pude ver la marca en forma de estrella en su frente.

- Así es, todos están muertos, no hay esencias, yo nunca te dejaré sola - prometió él.

Y así como todo apareció en mi mente, se fue.

-¿Hermano? ¿Estás bien? – Jakotsu me estaba viendo fija<mente, al igual que el resto de mis hermanos.

- Sí, solo los recuerdos de aquel día, ¿han terminado con todos?

- Así es hermano, hemos terminado con todos y cada uno de esos malditos soldados, solo quedan aquellos que protegen al samurái y al terrateniente, es tu turno, solo debes atravesar esa puerta.

Tal parecía había esta caminando sin fijarme que estaba frente a la puerta.

-Cúbreme – dije y abrí de una patada la puerta.

Dentro se encontraban algunos soldados y esos dos detestables sujetos que habían acabado con nuestras vidas.

-Guerrero Bankotsu, nos volvemos a ver – decía aquel samurái.

- Un placer saber que te acuerdas de mi - dije con sarcasmo.

- ¿Co-como es qué estás tan joven aún? - preguntaba el terrateniente con una expresión de susto – han pasado muchos años y sigues igual que aquel día, estabas muerto...