cap. 47 MI ESPOSA

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*NARRADOR*

- Señor, la aldea de la señora ha sido atacada. - decía insistente aquel sirviente.

Era interesante como le mostraban respeto sin siquiera conocerla, pero todos ellos sabían que su señor estaba locamente enarmodo de la pequeña Miko. Él era como su padre, no podía esconderlo, y ellos estaban contentos de que por fin su señor hubiera encontrado a su compañera, al menos de ese modo podían saber que había alguien que le importaba.

- ¿Cuándo? - preguntó el joven Lord.

- Sucedió ayer durante la caída del sol.

- Sucedió después de marcharanos - Yako de hacia presente - tal ves debimos quedarnos.

- Ella no nos necesita - debía de admitir que le había dolido aquel rechazo después de todo lo que él había hecho para volverla a conquistarla, de haberse rebajado a nivel de los humanos.

- Ella puede necesitarnos - insistió su bestia.

- Si quieres ir con ella eres libre ir Yako, no te detendré, eres libre de mi - le respondió con voz cansada, se sentía tan estúpido por haber hecho todo aquello.

Yako lo meditó un momento, ellos jamás se habían separado, incluso cuando pensaron que habían perdido a la joven Miko y a su cachorro, siempre habían estado juntos. Sabía que Sesshomaru estaba muy dolido con la situación pero que en el fondo estaba preocupado por la joven.

- No me iré - sentenció y se quedó en silencio esperando que él decidiera que hacer.

- ¿Señor? - aquel sirviente aún estaba esperando su respuesta a una pregunta que él no había escuchado por estar en su plática con Yako - ¿Iremos a ayudar a la señora?

- No, su deber es proteger a Rin, Shippo y a los demás de este palacio - dijo mientras pasaba a su lado - volveré pronto.

- Entendido.

- ¿Crees que ellos estén bien? - preguntó Yako con preocupación.

- Estoy seguro de que ella puso a salvó a Tetsu, en cuanto a ella, lo sabremos al llegar ahí .

- Padre - unas vocesitas lo sacaron de su plática interna.

- ¿A dónde vas? ¿Que ocurre? - preguntó Rin mirándole a los ojos.

Ella había aprendido a identificar sus estados de ánimo debido al tiempo que habían pasado juntos.

- Su madre y su hermano están en peligro - dijo él, de nada serviría mentirles.

- Debo ir con mi madre - dijo el pequeño Kitsune.

- Shippo, llévame contigo - pidió Rin.

- No puedo hacer eso Rin, eres mi hermana y debo protegerte.

Rin lanzó una mirada de enoja a su nuevo hermano pero no insistió, de un modo o de otro ella iría. Su padre le había dicho que siguiera el camino que más deseara y ella había decidido seguirlo, había sufrido demasiadas muertes incluso la de ella misma para seguir escondiéndose, así que no sería como las demás hijas de señores feudales que se guardaban y escondían, ella sería como la señorita Sango, su tía Kikyo y su propia madre Kagome.

- Rin - la voz de su padre la sacó de sus ensoñaciones - ve con Ah y Un y espérame ahí.

Ella lo comprendió, su padre no la dejaría.

- Sí - afirmó y salió corriendo a prisa para alistar a Ah y Un.

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Shippo no se había quedado a ver qué pasaría, cuando notó que Rin estaba descuidada alzó vuelo y se fue.

Tenía que llegar pronto a la aldea, tenía un presentimiento de que algo malo estaba sucediendo, ¿Por qué tenía que haber decidido abandonar la aldea justo ahora que su madre y su hermano estaban en peligro?

Cuando llegó, vio que la aldea estaba en calma pero había quedado con daños, su madre y sus amigos no estaban por ningún lado.

- Shippo - la anciana Kaede lo llamó - no están aquí, tu madre ha sido raptada, Inuyasha fue engañado para dejarla y se la han llevado, ha Sido uno de los 7 guerreros.

- ¿A qué dirección fueron abuela?

- Debes tener cuidado, ese ser apestaba a veneno y por eso fue fácil llevarse a tu madre.

- Abuela, ahora pertenezco al clan del Señor Sesshomaru, él me ha acogido como un hijo, ¿Qué tipo de hijo seré si no puedo defenderme a mi madre, mis hermanos y a mismo?

Él estaba harto de siempre ser a quien protegían, podía aparentar ser un niño pero incluso era más grande que su madre, aunque para Sesshomaru él no fuera más que un mocoso. Tenía que aprender a combatir.

Con esos pensamientos él volvió a emprender vuelo y siguió el tenue aroma de su madre y sus compañeros. Cuando llegó la escena que vio lo dejo frío.

Sus compañeros estaban tenidos en el piso pero su madre, ella estaba siendo sostenida por un hombre que vestía de blanco.

- Tú - decía ese sujeto - tú serás mi esposa.

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Estamos de vuelta!!!

Lamento haberles hecho esperar demasiado con el capítulo, pero apenas estoy recuperandome de la mala racha, también he comenzado a ser maestra y eso ocupa parte de mi tiempo libre que tenía, sin embargo ya tengo listos los capítulos siguiente y recuperaremos el tiempo perdido.

De ante mano gracias por leer y espero estén bien, un abrazo ❤️✨

Les leo 😌

Ojos color ámbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora