Una miradita, princesa (Charleimy)

1. ❛ Únicamente vos y yo ❜

—Yeimy

Estaba nerviosa. Me miré en el espejo del ascensor, comprobando que mi maquillaje estaba en perfecto estado. Había escogido un labial claro y discreto; no quería parecer demasiado arreglada y que se notara que tenía grandes expectativas para aquella tarde. Rodé los ojos ante mi reflejo, ¿en qué me estaba convirtiendo últimamente, siempre pensando en lo que dirían los demás? Saqué mi labial rojo favorito del bolso y me lo puse antes de que se abrieran las puertas a mis espaldas.

No era la primera vez que venía a las oficinas de Soul and Bass. De hecho se cumplían tres días desde que se estrenó mi primer single, Fijación, grabado ahí. Y había sido un totazo. Pero Juancho me había dicho que me tenía una sorpresa importante preparada, y mi mente iba a mil por hora preguntándome qué sería.

Lo primero en que había pensado era que haríamos un vídeo para la canción, pero él me dijo rápidamente que era algo mejor. Eso fue suficiente para que mi mente se montara su propia película con gira internacional, portadas de revista y contratos millonarios incluidos. No sabía qué era, pero la intriga me mataba.

Llegué a la sala de reuniones y enseguida Juancho me saludó con una sonrisa.

—Amor —dijo mientras se acercaba y me daba un beso en los labios.

—Juan... —me aparté enseguida con pena, mirando hacia todos lados y comprobando aliviada que no había ningún empleado al otro lado de la pared de cristal.

Había comenzado una relación con el dueño de mi productora semanas atrás, y sabía que la gente me juzgaba por ello. Más de uno pensaba que solo iba a lanzar una canción por acostarme con el jefe, pero yo tenía la conciencia tranquila sabiendo que había trabajado duro para llegar hasta ahí. No es que fuera desagradecida: Juancho me había ayudado mucho, no solo con mi carrera, y yo sabía que nunca podría pagárselo.

—¿Qué ibas a enseñarme? —pregunté, tratando de ocultar la emoción.

—Encontré a un cantante para que hagás tu primer featuring. Lo anunciaremos mañana para ayudar con el marketing y lo lanzaremos el mes que viene.

—¿Una colaboración? —repetí, mi mente pensando en mil candidatos.

—Creeme, esto te ayudará mucho. No todos los días cantás con una estrella internacional.

—¿Y quién es?

—Esperá, aún no ha llegado.

—¿Y cuándo va a llegar? —pregunté con impaciencia.

—Los cité a la misma hora pero vos te adelantaste quince minutos, tranquila —dijo Juancho riendo.

Estuvimos conversando, o más bien yo tratando de sacarle información, hasta que un rato después apareció su secretaria.

—Ya está aquí.

—Perfecto, ahora vuelvo —Juancho se marchó guiñándome un ojo.

Me acerqué a la ventana. Las vistas eran espectaculares desde aquel rascacielos. Me sentía plena estando ahí, en el lugar al que había deseado llegar desde que era una adolescente.

—Yeimy —le escuché decir.

Me giré con una sonrisa, que se borró en el acto al ver quién era su acompañante.

Ojos azules, rostro esculpido por los mismos dioses, sonrisa de ángel y cabello hacia arriba lleno de gel. Una camisa estampada de colores y tatuajes por los brazos y el cuello completaban el look. Carlos Cruz Martínez, mejor reconocido como Charly Flow.