Una miradita, princesa (Charleimy)

46. ❛ Entrevista ❜

Aviso +18.

—Yeimy

Habían pasado varios días, y aun así las redes no dejaban de hablar de nosotros. Hasta había notas en los periódicos diciendo que Charly me había sacado a la fuerza del desfile. Saqué el celular y busqué mi nombre en twitter mientras removía distraídamente el capuccino descafeinado del desayuno.

La gente que se cree la historia del "secuestro" de Yeimy????? Conecta dos neuronas tarada solo eso te pido

Sabía que Charly era un abusador, Yeimy hermana sal de ahí

Ese man me puede llevar a donde se le cante, Yeimy si tú no lo quieres dámelo a mí

Leí que se la llevó porque Yeimy iba a salir en ropa interior, qué asco de pibe que se muer4

Normal que lo hiciera, a nadie
le gustaría eso, Charly te banco

Vuelve al siglo V pelotuda del orto

??? No es culpa de Charly que
le saliera medio zorra la flaca

Los hombres protectores >>>>>>>
Yeimy cuidalo que vos y yo no somos amigas

Denle views a mi fancam #Yeimarly #Charleimy #Charly #Yeimy #FelizMartes #Uribe #HarryStyles

Me quedé viendo la fancam, un video con escenas de Charly y yo cantando Reflejo en Miami, de nuestra entrevista y de algunas historias que habíamos subido y con una canción de Taylor Swift de fondo. Nunca me había fijado en la manera tan tierna en que Charly me miraba frente a las cámaras, como si el mundo se detuviera por un segundo y todo desapareciera a su alrededor. Antes de poder darme cuenta, mis ojos ya estaban húmedos.

—Yeimy, te dije que dejaras de escuchar a Taylor, no te hace bien —murmuró Charly, entrando de pronto.

—Son las hormonas, ¿okey? —respondí molesta, limpiándome los ojos.

—No, nada okey cuando te veo llorar —dijo, poniéndose detrás de mí y resoplando al ver lo que había estado buscando—. Yeimy, dejá de torturarte con eso, solo son comentarios de desconocidos.

—Ya lo sé, pero aun así...

—¿Aun así qué?

—No me gusta que digan eso de mí, y mucho menos de vos.

—A ver, venga acá.

Se paró a mi lado, abrazando mi cabeza contra su pecho mientras me acariciaba el pelo. Yo me recosté sobre él, cerrando con fuerza los ojos.

—Sí todo lo que dicen en redes fuera verdad, yo sería un imbécil depravado que no sabe cantar.

—Ya sos un imbécil depravado que no sabe cantar.

—¿Ah, sí?

Se separó de mí, mirándome divertido mientras yo hacía lo mismo.

—¿Querés que te cante al oído hasta que se te pasen esas ideas?

—A ver, hacelo.

Sus labios rozaron mi mejilla.

—Háblame así suavecito, dime cosas al oído despacito, en mis sueños, te visito, dime que tú quieres hacer lo mismo conmigo... —cantaba susurrando junto a mi oreja, y mentiría si dijera que mis ojos eran aún la única parte mojada de mi cuerpo.