—Charly
Bajé a preparar el desayuno, con la pregunta de Gema rondando mi mente. No, no podía aceptarla y separarme una vez más de mis hijos. Pero si iba, al menos estaría con Vanesa cuando se fuera con su mamá a Nueva York. Estaba en una encrucijada y no había querido dar una respuesta aún.
—PAAAAAA, EL ENANO ME EMPUJÓ EN EL PASILLO.
—Te caíste por torpe, tonta.
—A ver, mis monitos, se piden perdón o les doy avena para desayunar —dije cuando les vi llegar por las escaleras.
Como era fácil adivinar, los dos acabaron tomando avena. Yeimy apareció poco después, vestida con los pantalones de pijama y mi sudadera.
—¿Por qué no me despertaste?
—No quería molestar —respondí con frialdad.
Ella y yo nos tomamos las arepas mientras tanto. Cuando los niños acabaron se marcharon corriendo a jugar.
—Eso es mío, devolvémelo —reclamé, señalando su ropa.
—¿Seguro? —me dedicó una sonrisa traviesa—. No llevo nada debajo.
Eso era tentador. Muy tentador. Pero había menores cerca.
—Dámela arriba.
—¿Por qué no me la quitás vos?
Porque como haga eso, no salimos del cuarto hasta la tarde.
—No te hagás el pendejo, sé que te morís por repetir lo de ayer —añadió.
—Ay, princesa, bajate de la nube.
—No robés mi frase, gracias.
No pude evitar reírme. Sí, tenía razón en cada una de sus palabras desde hacía dos frases.
—Seguí soñando pues. Lo de anoche no vuelve a pasar.
—¿Vos sabés qué es lo que me dijo Cata?
—Sorprendeme.
—Que aries y escorpio son buenos resolviendo sus problemas en la cama. A veces me da miedo lo mucho que le atinan esas cosas.
—Por suerte —la miré, enarcando una ceja— yo no creo en astros.
Me pasé el resto del día viendo una serie en mi cuarto, intentando distraerme. Yeimy no vino a buscarme, lo cual, tenía que admitir, me decepcionó un poco. Cuando acabamos de almorzar fui al estadio con los niños. Primero pasamos por la tienda para comprarle la camiseta a Mateo, y luego fuimos a la grada. Me veía tierno con ellos, los tres conjuntados. Me moría por hacer alguna broma con Yeimy, como que quería hacerle el equipo de fútbol completo. Pero no era apropiado, supongo. Como mucho Dios podía hacerme el milagrito de tener nueve mellizos, pero probablemente Yeimy me mataría si por mi culpa tenía que parir nueve bebés.
El partido estuvo bien. Gritamos, brincamos, comimos hot dogs y ganamos. Les iba subiendo a hombros alternativamente hasta que el árbitro pitó el final y empezamos a celebrar.
—Tengo que ir al baño —dijo Vanesa mientras íbamos hacia la salida.
Mateo y yo nos quedamos en la entrada del servicio, esperándola.
—¿Y bien? ¿Te gustó? —pregunté algo nervioso.
—¡Claro que sí! Ese último gol fue... Wow. Quiero ser futbolista, ¿sabés? O cantante. ¿Puedo ser un cantante futbolista?
—Podés ser lo que querás pues —reí, acariciándole el pelo.
—Siempre quise venir a ver fútbol.
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Una miradita, princesa (Charleimy)
Fanfic¿Y si Charly y Yeimy no se hubieran conocido de pequeños? ¿Y si ella hubiera sido una fan más hasta que algo ocurrió? Yeimy Montoya es una mujer fuerte que, tras mucho trabajo duro, ha logrado convertirse en cantante. Todo se pone en peligro cuando...